Patricia Muñoz Sánchez

En un futuro en el que la Tierra ha sido destruida, un planeta desconocido y amenazante se convierte en escenario de la historia de ciencia ficción que plantea "Raised by Wolves", un proyecto que supone una de las pocas incursiones de Ridley Scott en el mundo de las series y que TNT estrena el 10 de septiembre.

La Tierra ya no existe, la humanidad está en peligro de extinción y la única esperanza para evitar su desaparición es una pareja de androides diseñados, precisamente, para cumplir esta misión. Bajo esta premisa arranca "Raised by Wolves", una serie de ciencia ficción en la que más allá de presentar un mundo apocalíptico, se habla de la familia, las ideologías, los valores morales y la importancia de la educación.

Ridley Scott crea y produce esta ficción que si bien no pretende ser "Alien" (1979) o "Blade Runner" (1982) -cintas dirigidas por el cineasta británico- sí que presenta una estética, un mundo, unos personajes y ciertos detalles muy en la línea de las aclamadas películas de Scott.

Androides, cápsulas de hibernación, hostiles criaturas alienígenas o un futuro ciertamente adverso para el ser humano son algunos de los detalles que el espectador encontrará en "Raised by Wolves" y que le recordarán, de buen agrado, a aquellas magníficas cintas de Scott, quien se encarga, además, de la dirección de los dos primeros capítulos de la serie.

Efectivamente, estas pinceladas que crean esa especie de consistencia en la filmografía de Scott son las que dejan su huella en esta serie, la cual impresionó incluso a sus actores protagonistas, quienes han reconocido haberse queda sin palabras con el storyboard del director y la manera de plasmar esos dibujos y bocetos en escenarios reales.

Son esos escenarios y el magnífico y pulcro uso de los efectos especiales lo que sienta las bases de una serie que absorbe tanto por su historia como por el trasfondo de la misma. El devenir de la raza humana se encuentra en manos de unos androides, algo que ya genera cierto shock si atendemos a esas creencias tan arraigadas en nosotros de películas como "Terminator" 1984 o la propia "Blade Runner" de que las maquinas se podrían revelar contra los humanos.

No obstante, en este deshabitado y ciertamente hostil planeta en el que Scott -quien va de la mano de Aaron Guzikowski en la escritura de guion sitúa a sus personajes se generan muchas preguntas y se exponen temas de gran enjundia más allá de la simple recreación de un mundo apocalíptico en el que se establece un enfrentamiento entre humanos y androides.

El hecho de que la historia gire en torno a dos androides, 'Madre' (Amanda Collins) y 'Padre' (Abubakar Salim), cuya misión es criar y proteger a un grupo de niños para evitar la extinción del ser humano siendo capaces, incluso, de enfrentarse y matar a miembros de una colonia de supervivientes resulta, cuanto menos, paradójico y ciertamente chocante para el espectador, que realmente no sabe de qué lado posicionarse.

La paradoja de que sean unos androides los encargados de garantizar la supervivencia del ser humano al mismo tiempo que han sido las máquinas las causantes de la destrucción del planeta Tierra tiene ese punto enrevesado y complejo que tanto atrae en las obras de Ridley Scott.

Junto a ello, la ficción plantea constantemente situaciones en las que se pone de manifiesto la importancia de la educación de los hijos, la estructuración o desestructuración familiar y, un tema clave en la serie, las creencias e ideologías.

Mientras que la colonia de humanos, liderada por Marcus -Travis Fimmel, conocido por su papel de Ragnar Lothbrok en "Vikings"-, se aferra a fuertes creencias religiosas, dando y dedicando su vida al ente o Dios 'Soul' (Alma), los androides tratan de criar a sus hijos en el ateísmo, descubriendo lo complicado que resulta arrebatarle a un humano sus creencias.

Asimismo, los diez capítulos que forman la serie permitirán que el espectador se ponga, en cierto modo, en la piel de 'Madre' y viva junto a ella su evolución y el descubrimiento de sus extraordinarios poderes físicos y mentales con los que podría destruir la raza humana, fracasando en la misión para la que fue creada, pero asegurando así la supervivencia de los androides sobre el ser humano.