Barcelona acogerá entre el 3 y el 7 de noviembre un nuevo festival literario, el "42", dedicado a los géneros fantásticos, comisariado por el escritor Ricard Ruiz Garzón, y al que ya han confirmado su asistencia un centenar de autores de todo el mundo.

La Fabra i Coats será el escenario principal de esta primera edición, que nace en un momento "especialmente sensible para el sector cultural", después de un año de pandemia de coronavirus, pero también en un momento de "gran efervescencia de las narrativas no realistas", según informa el Institut de Cultura de Barcelona (ICUB).

Los artífices del evento han resaltado este jueves que tienen voluntad de ser referentes en Cataluña, donde no hay otro acontecimiento parecido, y en España, donde solo existe uno de estas características, el Celsius 232, que se celebra en Avilés desde el año 2011, aunque en los últimos años han crecido otras iniciativas como el Gólem Fest de Valencia o el Ansible Fest de Bilbao.

Está previsto que el festival barcelonés recuerde en noviembre los centenarios de Stanislaw Lem y de la palabra "robot", además de homenajear a Víctor Nubla, Domingo Santos, Ana María Matute, Ofèlia Dracs y Douglas Adams, entre otros.

Asimismo, premiará las mejores obras publicadas en el año anterior y contará con un programa de actividades que incluye conferencias, presentaciones, entrevistas, talleres, recitales y exposiciones.

En todas ellas se tratarán cuestiones relacionadas con la implosión de los géneros fantásticos, sobre la tecnología, el cambio climático, la COVID-19, las transformaciones sociales, las revoluciones afectivas, las crisis económicas, los sueños, las pesadillas o los monstruos más escondidos.

Respecto del nombre, Ruiz Garzón ha recordado que el 42 es un número lleno de significados en los géneros fantásticos, "el número por excelencia de la ciencia-ficción".

Su origen hay que buscarlo en la respuesta a la pregunta: ¿Cuál es el sentido de la vida, del universo y de todo?" que ofrece el ordenador Pensamiento Profundo, tras meditar 7,5 millones de años, en la novela de un tótem del género, Douglas Adams, "Guía galáctica para autoestopistas".