Melendi ha inaugurado este viernes las Fiestas del Pilar de Zaragoza con todas las entradas vendidas entre likes y cicatrices que, en este caso, ha curado con un concierto que mezclaba sus primeras canciones y sus nuevas letras.

El músico asturiano ha vuelto a ser fiel a su cita con el público de la capital aragonesa en el recinto Espacio Zity y es que en los últimos 18 años solo ha faltado en cinco ocasiones a esta celebración que ya traspasa fronteras y edades y que ha reunido a 15.000 personas.

Con solo una sonrisa, Melendi ha vuelto loca a una ciudad que contaba los días para el regreso de sus fiestas y que se ha dejado la voz en cada una de las canciones, que han pasado desde "Simplemente dilo" hasta "Déjala que baile".

Nada más comenzar la noche, el cantante, que se ha colocado un cachirulo y ha pedido que encendieran las luces del recinto para ver mejor a los asistentes, ha admitido que es "la hostia" volver a verse las caras y reivindicar que "estamos bien y estamos aquí".

"Lo que te mata en esta vida es la culpa y esa es la única verdad" han sido las palabras con las que ha recordado a su abuelo, al que nombra como el "más sabio" antes de cantar "El arrepentido", la canción que comparte con Carlos Vives y que pide saltar para vivir y que brinda por los reencuentros.

Al violinista del tejado del que habla Ramón Melendi en sus letras no ha podido llevárselo el cierzo de la ciudad, que ha estado escondido en esta velada donde se ha coreado "Sin remitente", "Calle de la Pantomima", "Desde que estamos juntos" y "Quisiera yo saber".

Con "La boca junta" hasta "El último habitante de tu piel", Melendi ha hecho honor a su obra más moderna y cercana al pop latino. No obstante, ha regresado de manera repetida a su toque más rumbero que camina por la vida y va de par en peor como una vela a través de una promesa y un cheque al portamor.

Aunque "Tocado y hundido" podría parecer algo negativo, el asturiano le ha confesado a la ciudad que "Yo me veo contigo" y esas "Cenizas en la eternidad" arden con más fuerza y ganas que nunca porque sí, "un clavo saca otro clavo".

"Melendi sácame a cantar porque quiero que mi abuelo escuche la promesa desde el cielo" se podía leer incluso en alguna de las pancartas de aquellos que se han emocionado con los clásicos y han vibrado con los temas más nuevos entre amigos.

Como punto de inflexión en esta cita en la que han reinado los abrazos, el artista ha interpretado "Mientras no cueste trabajo", "Que el cielo espere sentao" y "Tu jardín con enanitos", en la que las parejas se han mirado a los ojos con un brillo un poco más especial que de normal.

Esta cita, que ya descubre sus sonrisas y tacha a ese amor que "a veces se viste de demonio", ya ha pasado a la memoria colectiva de toda una ciudad que comienza sus fiestas del reencuentro y no solo le da like, sino un followback al artista. EFE

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