Inés Escario

La capacidad creativa de un grupo mixto y diverso y la accesibilidad de todas las personas a la cultura son los dos zapatos con los que baila desde el año 2014 "Pares sueltos", un proyecto de danza inclusiva asentado en Zaragoza.

Su objetivo es que, como recoge la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda persona tenga "derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad y a gozar de las artes".

Desde el espacio para la cultura comunitaria Harinera ZGZ, "Pares Sueltos" se dedica a la producción de espectáculos para sala y calle y a la consultoría de accesibilidad e inclusión, principalmente en campos relacionados con la cultura.

El germen de la compañía zaragozana se remonta a febrero de 2014, cuando la actriz y educadora Letizia Solanas y la bailarina Violeta Fatás decidieron crear un proyecto que aunara artes escénicas y diversidad en la ciudad, donde consideraban que había un vacío de estas propuestas.

Así, comenzó un laboratorio de investigación y creación en artes escénicas que, poco a poco, se fue materializando en talleres regulares en entidades y en un curso de danza contemporánea abierto al que acuden una docena de personas con y sin discapacidad.

"Nos motivaba ser partícipes de hacer accesible la cultura a las personas en general, pero veíamos que había que poner un foco especial en las personas que están discriminadas a ese acceso por su diversidad funcional", explica a Efe la cofundadora de "Pares Sueltos", Letizia Solanas, encargada también de impartir las clases.

Una actividad formativa y de ocio a la que acude desde hace cinco años Vicky Romeo, que baila en su silla de ruedas, y que valora el curso de danza contemporánea como una oportunidad para moverse más a menudo y una ayuda para mejorar su movilidad.

"Muchas veces nos cuesta entrar en la sociedad porque cuesta vernos como personas que puedan bailar. Yo digo: «Voy a bailar». Y me preguntan: «Y tú, ¿qué bailas?»", relata Romeo, quien ya ha participado en grandes eventos como la Cabalgata de Reyes y el pregón de las Fiestas del Pilar de Zaragoza.

En este sentido, la profesora destaca que la metodología e ideología de "Pares Sueltos" consiste en que cada persona baile con su cuerpo, "en esa amplia gama de posibilidades de movimiento".

"Cuando Vicky viene, viene con su silla. Con lo cual, Vicky y la silla es una. Y las demás bailamos con Vicky, con Vicky en la silla...", ilustra en cuanto a la integración de todos y todas en el grupo.

Así, la improvisación, los ejercicios de contacto, la conciencia del espacio o la escucha grupal son las actividades perfectas para que "cada uno baile desde su lugar".

Un lugar que ocupa también Félix Rivas, alumno desde hace cuatro años y que en la actualidad participa como bailarín en algunas de las propuestas de la compañía.

Narra que al principio vivió el curso como "un alivio", puesto que había estado en otros talleres de danza en los que se pedían una serie de exigencias a las cuales no llegaba por su nivel físico o por su edad.

"Sin embargo, en 'Pares Sueltos' la sensación es que cada uno con sus posibilidades tiene su lugar. Y, por supuesto, nos piden que nos esforcemos; pero cada uno partiendo desde el punto en el que está", apostilla.

Rivas destaca también la importancia de que el entorno esté diseñado para que todo el mundo tenga su espacio en él: "Desde una cosa tan sencilla como que sea accesible, como a nivel de cómo se van llevando las clases".

"Y a veces es tan fácil como pensar que todo el mundo puede tener la oportunidad de hacer todo o de hacerlo a su manera", completa Solanas.

Y, por ello, desde esta propuesta de danza inclusiva rehuyen de mirar la discapacidad como un "límite", sino como "una oportunidad de cambiar el paradigma y la mentalidad". EFE

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