Patricia Muñoz Sánchez

La pandemia por coronavirus se convierte en protagonista de la serie más longeva de la televisión de nuestro país, "Cuéntame como pasó", cuya temporada 21, que RTVE estrena este jueves, jugará con el tiempo para acompañar a la familia Alcántara tanto en los años 90 como en un 2020 marcado por la lucha contra la covid-19.

Dos tiempos, dos realidades, saltos temporales y una misma familia, la de siempre, la que lleva acompañándonos desde hace 20 años, son las claves de la nueva temporada de "Cuéntame cómo pasó", que RTVE estrena este jueves en La 1 con un capítulo en el que el coronavirus se convierte en protagonista.

Por primera vez en estas dos décadas de ficción, "Cuéntame" se aproxima al futuro haciendo una incursión, como no podía ser de otra manera, en el año 2020. La pandemia se convierte en escenario de una temporada que, no obstante, tendrá como punto de partida, para seguir la cronología de la serie, 1992, un año importante para España gracias a los Juegos Olímpicos de Barcelona.

Subrayaba, precisamente, Joaquín Oristrell, coordinador de guion, este martes en rueda de prensa que estos saltos temporales, con incursiones en el futuro de los Alcántara, eran un "hito" en esta producción: "Habíamos hecho flash-backs, pero nunca esto".

"1992 nos unió y la pandemia, en este mundo tan individualista, nos vuelve a unir", apuntaba Oristrell, quien hacía hincapié en la idea de que una serie como "'Cuéntame' tiene la necesidad de contar".

Con esta premisa arranca una temporada 21, producida por RTVE y Grupo Ganga con la participación de Amazon Prime Video, rodada en plena pandemia y que, como decía Oristrell, no podía dejar pasar la oportunidad de contar lo que nos está ocurriendo, nuestra realidad.

"Cuéntame" ha sido, para muchos, un espejo donde mirarse, donde recordar y rememorar tiempos pasados. Es aquello de "a nuestra familia también le pasó eso" o "nosotros vivimos aquello" lo que mueve una serie que, desde aquel septiembre de 2001, enganchó a la audiencia.

Veinte años después, "Cuéntame" se pega a la actualidad, "más que nunca" como destacaba Oristrell, para abordar una realidad, la del coronavirus, que impactará de manera directa en la familia Alcántara, como lo ha hecho en todos nosotros.

Imanol Arias (Antonio) y Ana Duato (Merche) seguirán al frente, junto a Pablo Rivero (Toni), Paloma Boyd (Deborah), Irene Visedo (Inés) y Carmen Climent (María), de la trama en 1992, sin embargo, en 2020 habrá cambios sustanciales, como la ausencia de Herminia -aunque María Galiana sí estará en las escenas de los años 90- e interesantes incorporaciones al reparto.

El actor Carlos Hipólito, la voz de Carlitos durante estos 20 años, aparecerá por primera vez en pantalla para dar vida al Carlos de 2020. Tras la marcha de Ricardo Gómez y, consecuentemente, la de Carlitos a Nueva York, 2020 plantea el regreso del protagonista.

Junto a Hipólito, que en rueda de prensa mostraba su entusiasmo por estar frente a las cámaras, llega Silvia Abascal para dar vida a una María Alcántara que, como médico, está absolutamente sumergida en la terrible situación en la que el mundo se encuentra por culpa de la covid-19.

También habrá cambios en el reparto más joven, aunque eso será en las escenas de 2020. Los nietos, Oriol (Javier Lorenzo) y Santi (Víctor Garrido), serán sustituidos por Borja Fano y Jan Cornet, respectivamente, para reflejar cómo lo personajes alcanza la madurez.

Una temporada 21, "muy emocional, emotiva y pasional" según Duato, en la que, como ha asegurado Oristrell, también se va a reflejar el temporal de nieve 'Filomena': "Hasta marzo estaremos escribiendo y 'Filomena' tiene también su papel".

"Nos quedan diez semanas de rodaje y vamos a pegarnos a la realidad lo máximo posible", concluía el coordinador de guion sobre una temporada que, como él mismo apuntaba, podría ser (o no) la última: "Nunca es la última temporada y todas son la última temporada. La serie seguirá mientras vosotros estéis ahí".

La temporada 21 de "Cuéntame", cuya sintonía interpreta ahora Rozalén, llega este jueves a La 1 para, por un lado, permitirnos abrir la caja de los recuerdos y situarnos en un emocionante 1992 y, por otro, para vernos reflejados, a través de la familia Alcántara, en la impensable realidad que, en este caso, ha superado a la ficción.