Dentaduras postizas, pelucas, fotografías, recortes de prensa o parte del piso de la popular serie Teresina SA son algunos de los "trastos" que la compañía La Cubana ha desempaquetado para la exposición "Un viatge del 'no res' al 2021", que se podrá visitar en Sitges a partir del 17 de junio.

El fundador del grupo - junto con Vicky Plana-, Jordi Milán, ha explicado este miércoles en rueda de prensa telemática que fue el Ayuntamiento de Sitges quien les propuso la idea en 2019, coincidiendo con el hecho de que en 2020 conmemoraban el cuadragésimo aniversario del primer espectáculo, "Dels vicis capitals", de 1980, y que la andadura de la compañía empezó en las calles de la localidad.

Sin embargo, la pandemia de coronavirus lo trastornó todo y hasta ahora no se ha podido convertir el Miramar Centre Cultural en una réplica del universo "cubanero", que ocupará dos plantas y las terrazas, en una muestra, que según Milán, "no será convencional, ni de diseño minimalista".

"Como somos unos basureros de raza y lo guardamos todo, ahora podemos hacer una exposición nada al uso en la que explicaremos nuestra historia a partir de las escenografías, el vestuario o los vídeos", ha apuntado.

Una veintena de camiones se trasladó hace unas semanas hasta la ciudad costera, desde los almacenes que tienen junto a Barcelona, para empezar a preparar esta exhibición, que a un precio de seis euros la entrada podrá visitarse hasta el 26 de septiembre.

El recorrido por el mundo de obras como "Cómeme el coco negro", "Mamá quiero ser famoso", "Cegada de amor" o "Campanadas de boda" supondrá subir y bajar diferentes plantas, pisar alguna que otra carpa y acabar en la parte trasera del Miramar.

La exposición descubrirá por qué el grupo se llama La Cubana, su origen como aficionados de las tablas, sus actuaciones más especiales, la importancia de sus vestuarios, quiénes han sido los actores que han ido pasando a lo largo de los años, con nombres como Mont Plans, Mercè Comas, Anna Barrachina, José Corbacho o Santi Millán, así como sus trabajos televisivos o sus músicas y coreografías.

Para Milán, se trata de dar a conocer "una manera de hacer, siempre artesanal, aprendida del teatro de aficionados, que siempre reivindicamos", con unas historias que han basado en la observación de la calle, en la recreación de situaciones cotidianas, siempre en clave de humor, y buscando la participación del público porque, al final, es en el espectador en quien se inspiran.

En estos 41 años de trayectoria, La Cubana ha contabilizado unas 12.000 representaciones, en más de 200 teatros, y han visto sus montajes más de cinco millones de espectadores.