Los escritores Noelia Lorenzo, Carlos Ollo, Jon Arretxe, Laura Balagué, Juan Infante y José Javier Abasolo han coincidido este martes en destacar la diversidad de la nueva novela negra vasca, que ha sido capaz de trasladar el universo del género a Euskadi e irrumpir con fuerza en el mercado editorial.

Los autores han debatido sobre el fenómeno que se ha dado en llamar Chapela Noir o nueva novela negra vasca en la trigésimo cuarta edición de la Semana Negra de Gijón, que le ha dedicado un capítulo en la programación de actividades.

La característica de este nuevo fenómeno es la gran variedad de historias criminales, policiales y detectivescas con trasfondo social que son ambientadas en el País Vasco, pero preservando la universalidad del género.

Noelia Lorenzo ha presentado en la Semana Negra, donde fue finalista al Premio Dashiell Hammet 2019 con Corazones negros, una reedición de su primera novela Chamusquina, un thriller con los efectos de la construcción de una presa y un puerto sobre el medioambiente.

Mortaja de barro, la cuarta novela de Carlos Ollo, rescata el personaje del inspector Villatuerta para investigar el hallazgo de un cadáver momificado en un pantano cuya construcción sepultó el pueblo de Eugi.

Jon Arretxe ha hablado de su última obra, Desconfía, protagonizada por el inspector Touré, un inmigrante de Burkina Faso, cuya saga será llevada a una serie de televisión, y que incorpora elementos de la cultura africana en un escenario a caballo entre París y Bilbao.

Laura Balagué ha ambientado En el otro bolsillo en el mundo del sector de la sanidad, en el que la oficial de la Ertzaintza Carmen Arregui investiga la misteriosa muerte de una auxiliar de enfermería en un centro de salud.

Sospechosos, la tercera novela de Juan Infante que tiene como protagonista al personaje de Garrincha, un exnarcotraficante que ahora colabora con las fuerzas de seguridad, se adentra en el mundo del fútbol para desentrañar un caso que le va a complicar la vida.

En Versión original, José Javier Abasolo ha recuperado una serie de casos sin resolver conocidos como los crímenes de la cruz flechada, que trajeron de cabeza a los investigadores en el año 2000.