Un millar de ciudadanos, entre ellos los actores Javier Bardem, José Sacristán y Almudena Grandes, ha suscrito un manifiesto en el que reivindican "un esfuerzo de entendimiento para un gobierno de progreso" y hace un "llamamiento urgente" a "respetar el mandato electoral ciudadano".

El texto, que según informan sus promotores a EFE ha conseguido "una adhesión masiva" en menos de 48 horas de difusión "en chat privados", anima a un "necesario esfuerzo de entendimiento" que evite "dar una nueva oportunidad a la derecha y la ultraderecha de llegar al Gobierno del Estado y a las instituciones".

Entre los firmantes aparecen, además de los citados, la presidenta de la Fundación Saramago, Pilar Del Río; la de la Fundación Max Aub, Teresa Álvarez; los periodistas Olga Rodríguez, Fernando Berlín y Ana Pardo de Vera, la doble medallista paralímpica Gemma Hassen Bey y la actriz Rosana Pastor.

A ellos se unen "catedráticos universitarios, funcionarios, trabajadoras y trabajadores de todos los sectores", así como "un gran número de pensionistas, científicos del CSIC, fiscales y economistas"

El manifiesto, que no ha tenido difusión en las redes sociales sino solo en los chat privados de los firmantes, según las mismas fuentes, ha sido promovido "desde el ámbito de la cultura", pero "extendido a todas las personas que viven con preocupación la situación de bloqueo institucional que atravesamos".

Piden "urgentemente" al presidente del Gobierno en funciones, al secretario general de Unidas Podemos y a la sociedad civil un acuerdo político a la vez que expresan su "profunda preocupación ante las dificultades que se vienen produciendo para llevar a término el mandato popular, depositado por la ciudadanía en los partidos progresistas".

La ciudadanía, indica el texto, "se movilizó de forma masiva para mandar un mensaje claro:'no queremos a la extrema derecha cerca del Gobierno del Estado'" y señala que "La ilusión por un estado más social, se está tornando en "desafección y una falta confianza creciente en la clase política".

Ese distanciamiento, pronostican, "irá en aumento en el caso de llamar a nuevas elecciones y puede echar al traste cualquier tipo de previsión estadística en la que pueda fundamentarse un interés a priori".

La amenaza de una repetición electoral "pone en evidencia el limitado recorrido de las negociaciones entre PSOE y UP y la gran dificultad para superar los intereses partidistas y entrar en una nueva lógica del acuerdo y de verdadero compromiso con la ciudadanía".

"No existe ningún bloqueo numérico ni ningún empate catastrófico que justifique poner sobre la mesa nuevos comicios. No hay ningún argumento razonable que valide la renuncia a gestionar el resultado de unas elecciones que han abierto la posibilidad a un gobierno que amplíe derechos construyendo nuevos horizontes de igualdad y justicia social", subrayan los firmantes.