El Ayuntamiento de Úbeda ha comprado por 1.748.961 euros a la Congregación Religiosa Siervas de María el palacio Marqués de Mancera, un edificio del siglo XVI.

Este edificio, en el que se sitúa de forma provisional el Consistorio mientras se realizan obras en su inmueble oficial, ha sido el escenario elegido hoy para la firma de las escrituras de compra y espera albergar en uno o dos años el Centro de Interpretación 'Joaquín Sabina'.

Fue el 2 de agosto del 2019, cuando la Administración local rubricó un acuerdo de arrendamiento, con posibilidad de compra del edificio, con la Congregación Siervas de María, un hecho que finalmente se ha formalizado este miércoles.

La alcaldesa de Úbeda, Antonia Olivares, ha expresado su agradecimiento a la congregación por la generosidad que las Siervas de María han tenido con la ciudad, por su empeño en que finalmente este edificio del siglo XVI pasara a formar parte del patrimonio municipal.

"Han sido muy generosas desde las primeras negociaciones, porque era difícil llegar al precio al que al final ellas se amoldaron con nosotros, siempre ha primado en su espíritu que la casa en la que ellas tanto bien han hecho permanezca en manos de esta ciudad", ha manifestado.

Durante el periodo de arrendamiento se ha realizado una adecuación de gran parte del edificio, para que el mismo fuera la sede provisional de la Casa Consistorial, mientras se desarrollen las obras de rehabilitación en el Palacio Vázquez de Molina.

A ello, ha añadido la alcaldesa, se une la parte que será destinada al futuro Centro de Interpretación 'Joaquín Sabina', un proyecto enmarcado en la Estrategia DUSI, un proyecto que "está muy avanzado", según ha adelantado la alcaldesa que cree que en uno o dos años podrá ser una realidad.

Por su parte, Encarnación Rodríguez, superiora provincial de la Congregación Siervas de María, ha manifestado que este edificio simboliza mucho para ellas porque ha sido siempre una casa muy querida donde se situaba el "Aspirantado", que era como un seminario menor, donde muchas hermanas han dado sus primeros pasos hasta pasar al noviciado.

Este edificio, ha recordado Encarnación Rodríguez, también fue un lugar para ejercicios espirituales, al que venían desde diferentes comunidades de las Siervas de María.

Ahora, los fondos adquiridos con la venta del palacio irán destinados a proyectos solidarios impulsados por la congregación en lugares como Indonesia o Filipinas.