THYSSEN PISARRO
El Patronato del Thyssen, satisfecho con la sentencia de EE.UU sobre el Pisarro
El Patronato del Museo Thyssen, del que forma parte la baronesa Thyssen, se ha mostrado satisfecho con la resolución de la sentencia de un tribunal estadounidense que este martes ratificó que el cuadro 'Rue Saint-Honoré, après midi, effet de pluie', de Camille Pisarro, pertenece a la institución y no a Lilly Cassirer.
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El Patronato del Museo Thyssen, del que forma parte la baronesa Thyssen, se ha mostrado satisfecho con la resolución de la sentencia de un tribunal estadounidense que este martes ratificó que el cuadro 'Rue Saint-Honoré, après midi, effet de pluie', de Camille Pisarro, pertenece a la institución y no a Lilly Cassirer.
Así lo ha confirmado este miércoles en una entrevista con EFE Evelio Acevedo, director gerente del museo, quien ha subrayado que se trata de "una muy buena noticia".
"Es una historia -añade- que ha durado demasiado tiempo, pero afortunadamente los pronunciamientos de los tribunales norteamericanos -a lo largo de estos años- han dado la razón al museo y esta nueva sentencia ratifica que el Thyssen es el legitimo propietario de esta obra", apunta Acevedo.
La sentencia -salvo interposición de medida de gracia por parte de la familia Cassirer- pone fin a una disputa legal que se inició en 2005 cuando el ciudadano estadounidense Claude Cassirer -nieto e Lilly Cassirer- presentó una demanda contra el Estado español para exigir la devolución de esa pintura de Pissarro que había pertenecido a su familia y que se vio obligada a vender a los nazis por debajo del valor de mercado.
"Es una triste historia de los abusos del régimen nazi. Pero la obra no constaba en ningún registro de obras desaparecidas o expoliadas; estuvo en el mercado americano circulando entre coleccionistas y galerías" durante años, aclara Acevedo.
En 1951, el cuadro fue adquirido por el coleccionista norteamericano Sydney Brody; un año más tarde lo vende y es adquirido por otro coleccionista, hasta que en 1976 el barón Thyssen-Bornemisza lo compra en la galería Stephen Hahn de Nueva York.
A partir de ese momento, forma parte de exposiciones temporales de siete países, hasta que en 1993 el Estado español acuerda la compraventa de la Colección Thyssen-Bornemisza. Es en 2002 cuando la familia Cassirer reclama su devolución a la Fundación Thyssen, que se la deniega. Tres años más tarde, interponen una demanda en California (EEUU) reclamando su propiedad.
Acevedo explica que cuando llega la operación de compra de la colección del barón por parte del Gobierno español la obra esta incluida y "pasa todos los controles y los registros" legales.
"Esto es lo que se ha demostrado, una vez tras otra, en los tribunales norteamericanos y estamos en una situación que podemos considerar definitiva", indica.
La sentencia indica que "la aplicación de las leyes de California perjudicaría de forma significativa los intereses del Gobierno español, mientras que la aplicación de las leyes españolas sólo perjudicaría de forma relativamente mínima los intereses del Gobierno de California".
"Bajo el test de elección de ley de California, por lo tanto, decidimos que la ley española se aplique para determinar la propiedad de la pintura. Y en virtud del artículo 1955 del Código Civil español, la Colección Thyssen-Bornemisza ha adquirido la propiedad preceptiva de la pintura", señala el tribunal.
Para el gerente del Thyssen, se trata de "una obra muy especial para nosotros aunque cualquier obra de Pisarro es valiosa -la colección tiene más cuadros del pintor-; esta es uno de los elementos principales del museo".
Recuerda que la colección que se compra es con el compromiso de mantenerla íntegra. "Es un compromiso del Estado español y pensar que cualquier iniciativa pudiera quebrar ese compromiso sería muy lamentable", concluye Acevedo.