Una vez que hemos conocido el final de ‘Juego de Tronos’ ahora España entera permanece atenta al desenlace del último culebrón por entregas de la temporada: ‘Con Podemos negociando y en Moncloa a seguir mandando’.

En el último capítulo, España se quedó en vilo al ver cómo Pablo Iglesias se cortaba la coleta de ministro y la entregaba como tributo a la negociación. Exige, eso sí, que haya miembros de Podemos en el Gobierno de Pedro Sánchez. Y no uno, ni dos, sino alguno más. Se dice que hasta 5.

Con estos miembros se tiene que hacer la cesta del acuerdo y en el PSOE parece ser un domingo de sentimientos encontrados. Iglesias ha cedido, sí. Pero ahora tampoco gusta que quiera imponer un buen número de ministros, y eso también hay que negociarlo.

Por lo pronto en el PSOE eluden este debate y para llevar la contraria a Iglesias centran la negociación en el programa y no en los nombres.

A 24 horas de arranca el debate de investidura, a esta hora y que sepamos, el PSOE sólo tiene certificado el apoyo de un 1 diputado del Partido Regionalista Cántabro. Así que el pactódromo sigue a pleno rendimiento para que Sánchez pueda alcanzar la mayoría. La primera votación es el martes y Sánchez solo necesita el sí de Podemos, el PNV y Esquerra.

Lo más probable que Sánchez tenga que ir a la segunda votación del jueves, en la que solo es necesaria la mayoría simple. Para ello requiere a Podemos y que se abstenga, como mínimo, Esquerra Republicana. Los secesionistas parecen encantados con el escenario que se avecina de la coalición del PSOE de Sánchez con Podemos.

La verdad es que, a priori, un Gobierno con esa mezcla política promete momentos de gloria. Si ya los meses de gobierno Sánchez, monocolor socialista, han sido de continuos desmentidos y matizaciones. Si ahora metemos a ministros de Podemos, la cosa puede ser de “un no parar” de titulares.

Y luego hay que saber qué ministerios podrían ocupar los de Pablo Iglesias. Es una potestad constitucional del Presidente del Gobierno estructurar y elegir su ejecutivo por mucho que Iglesias exija su cuota.

Hoy hay informaciones, como las del diario El Mundo, que apuntan a que Sánchez tiene decidido que ministerios como el de Defensa, Interior, Exteriores o Justicia queden fuera del alcance de Podemos. Otra cosa es el ministerio de Hacienda, puede ser una pieza clave en las negociaciones.

Y hablando de control del dinero. Controlar un ministerio, sea cual sea, es controlar un presupuesto y en Podemos lo de elevar el gasto es una seña de identidad. Eso también va a tener su miga.

PSOE y PODEMOS siguen a contrarreloj, mientras PP y Ciudadanos califican toda la negociación como la escenificación de un gran paripé y una pérdida de tiempo. Mañana a las 12.00 con el debate de investidura, comenzaremos a salir de dudas.