Este es el coste medio de una Primera Comunión en España: “Nos dejamos llevar por lo superfluo"
Luis Argüello advertía de que las comuniones se habían convertido en 'mini bodas', donde se anteponen los regalos al sentido de recibir a Dios: ¿cómo evitar que esto suceda?
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El presidente de la Conferencia Episcopal Española, Luis Argüello, advertía de que las primeras comuniones se han convertido en 'mini bodas', y alertaba en su carta pastoral que los niños anteponen los regalos al verdadero significado de recibir a Cristo.
A juzgar por el coste medio de una comunión, el arzobispo de Valladolid lleva la razón: 5.000 euros de media entre banquete y vestido, aunque el precio se puede disparar hasta los 12.500 euros, dependiendo del número de invitados y el coste del cubierto.
En cuanto al vestuario, un traje de comunión medio para niñas oscila entre los 80 y los 1.500 euros, mientras que en el caso de los niños entre 100 y 650 euros.
“Los padres tendrían que incoporarse a la comunidad cristiana y el niño"
Para Padre Mario Picazo, párroco de una iglesia de Granada, es un peligro que siempre ha existido en sus tres décadas como sacerdote. Una realidad que explica por “una vida cristiana floja” en el que las familias han caído “en las mismas barbaridades” que las celebraciones laicas: “Nos dejamos llevar por lo superfluo”, ha denunciado en 'Ecclesia al día'.
A juicio de Picazo, la única manera de recuperar el verdadero sentido de la Primera Comunión, es necesario que las familias acompañen en el proceso de iniciación cristiana a sus hijos: “Los padres tendrían que incoporarse a la comunidad cristiana y el niño, conforme crece en la fe, se ven ayudados por sus padres”.
“Yo llevo año haciendo comprender a los padres que si ellos no se plantean la fe, sus hijos tampoco, y cuando me encuentro a familias que responden a ello, el proceso es distinto”, ha asegurado el sacerdote granadino.
Para ahondar en ello, la parroquia de Mario Picazo celebra la Primera Comunión en una jornada de convivencia campestre, fuera de la parroquia: “Los niños han hecho la Comunión, hemos comido juntos y luego otro día las familias lo celebran por su cuenta. Esto ayuda a no pasar por los esquemas de la sociedad de consumo”, ha aseverado.
Los cursos de Poscomunión de una parroquia de Valladolid
Por su parte la catequista de la parroquia Cristo Redentor de Valladolid, Susana Pérez, también considera necesario que los padres acompañen a sus hijos en el proceso para hacerles ver “que no es un hecho concreto de un día, sino que lleva un proceso de dos o tres años”.
Susana ha explicado que su parroquia cuenta además con una formación de Poscomunión para adolescentes que han recibido por primera vez la Eucaristía, y que luego enganchan con la formación para recibir el sacramento de la Confirmación: “Es importante que se den cuenta que es punto y seguido para que sigan con la preparación en su fe y conforme van siendo mayores unirse a la pastoral de jóvenes”.
La catequista ha detallado que en estos cursos de Poscomunión, llamado 'Testigos del Señor' se profundiza “en la vida de fe, en conocer la vida de Jesús, los santos, conocer los Mandamientos y en las Bienaventurazas”, ha señalado.