Pescado, marisco, carne y queso lo que más sube esta Navidad
Prevén aumentos de hasta un 40 por ciento en algunos productos
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A 10 días de la Nochebuena, el último informe COPE refleja que el pavo es de los pocos productos típicos de la Navidad que nos van a costar lo mismo que hace un año. Pagaremos más por el cordero y por el solomillo y, como es tradición, donde más dinero nos vamos a dejar esta Navidad es en la pescadería donde los precios alcanzarán su tope máximo la próxima semana con subidas de hasta un 40 por ciento en algunos productos.
Al son de los villancicos, los encargos se multiplican cada día que pasa en el madrileño mercado de Ventas. En el puesto de aves, Sertina Rosa ya ha encargado como cada año un pollo de campo deshuesado que ella misma rellenará y asará y que vendrá a recoger el próximo día 22 en el mismo puesto número 108. Se lo sirve Mariano Carrasco que ya tiene pedidos de pularda, capón, pollos de Brest y perdices, productos típicos y exclusivos de esta época del año.
“Si la gente ya va haciendo encargos de aves y también de rellenos, mientras que otros preguntan. Hay productos que se venden muy bien porque si los quieres comer solo puede ser ahora y los tenemos frescos, rellenos e incluso asados. Un capón relleno crudo está a 25 euros el kilo y si es asado puede costar en torno a los 110 euros para 14 personas; la pularda rellena está en torno a los 27 euros y asada alcanza los 100 euros para 10 personas y la pavita rellena se vende a 19 euros el kilo y asada tiene un precio de 72 euros también para 10 raciones”, explica Carrasco a COPE.
En cuanto a la evolución de los precios en la próxima semana, explica que: “estos días suele subir el foie fresco de pato que ahora vendemos a 70 euros el kilo o el magret de pato que cuesta 33 euros el kilo, mientras que hay otros productos como el pavo entero que se suele mantener en torno a los 6,5 euros el kilo”.
Pocos españoles conciben la Navidad sin marisco ni pescado y eso se nota en los puestos que venden productos del mar entre ellos Pescadería La Milagros, donde la oferta ya es amplísima y aún esperan más variedad de género y sobre todo mayor cantidad de producto para los próximos días. Algunos precios superan ya los de hace un año: el carabinero gordo ya está en 80 euros el kilo, la cigala se vende a 70 y la almeja a 38, pero también hay pescados que todavía no han alcanzado su máximo.
“El besugo grande está sobre 60 euros y el pequeño sobre 40 euros el kilo. Son precios que ya son exorbitados, pero los pagamos porque en Navidad nos volvemos locos. La gente encarga ahora mucho marisco para pasar a recogerlo cocido los próximos 23 o 24 de diciembre, quieren llevárselo el mismo día en el que lo van a comer. La semana que viene por ejemplo sube mucho más entre un 30 y un 40 por ciento, no todo, pero sí determinados artículos como el marisco vivo, nécoras, almejas o centollo. También los pescados grandes como el besugo o la merluza se van a encarecer otro tanto, por lo que sale a cuenta comprarlo ahora y congelarlo”, explica a COPE el encargado del puesto, Laureano Aragonés.
De momento, el besugo no llega a los 50 euros el kilo frente a los 75 euros que alcanzó hace un año por estas fechas, el rape está igual a 35 euros el kilo y casi el doble de caro, encontramos, en cambio, el langostino rallado cocido nacional que alcanza los 50 euros por kilo frente a los 36 euros de hace un año. Por su parte, tanto la merluza como la lubina están, de momento, casi a la mitad que en los días previos a la Navidad de 2022, por debajo de los 30 euros el kilo.
Justo en la cola de la pescadería encontramos a Nieves que ha venido a comprar para la cena de Nochebuena. Como cada año se lleva pulpo que cuece y luego sirve con pimentón y buen aceite de oliva: “lo compro hoy y me lo llevo al mismo precio que el año pasado, por 33 euros me ha salido y me junto para comerlo con mis dos hijos”.
Otro clásico de la Navidad son las carnes y, en especial, el cordero en sus diferentes versiones. Despachando en la carnicería San Cayo del mercado de Ventas encontramos a Fernando. Explica a COPE que lo más demandado es la paletilla de cordero que están vendiendo a 33 euros el kilo: “me piden solomillo, entrecot, medios corderos o corderos enteros, pero lo que mejor vendemos son las paletillas, casi todas por encargo, es muy posible que cuando me las pidan la semana que viene les diga que ya solo tengo chuletitas o pierna”.
Prevé que este año superarán los 120 pedidos que tuvieron el año pasado. En su puesto, las chuletitas se venden a 28 euros el kilo y la pierna a 20 euros. También se disparan las ventas en esta época de solomillo de ternera, que ya alcanza los 32 euros el kilo, 5 euros más que el año pasado, y de entrecot y chuletón, que han duplicado su precio con respecto al de hace un año.
El doble de caros encontramos asimismo los quesos. Y es que, según nos cuenta Hamilton Paul, “en seis meses los quesos nacionales han duplicado su precio, mientras que los de importación apenas han subido. Los españoles curados son los que más se consumen en Navidad y están por las nubes, pero se venden. También tiene muy buena salida el jamón ibérico, que no a subido excesivamente y que aquí vendemos cortado a cuchillo desde los 70 euros el kilo”.
Como responsable de esta tienda de embutidos y quesos ve menos alegría que el año pasado y tiene también menos encargos, algo que achaca a la carestía de los precios y a la pérdida de poder adquisitivo por parte de los consumidores.
Es algo que constata Araceli que ha sido previsora y ya ha comprado para congelar tanto la carne como el pescado que consumirán en su casa durante las fiestas. Solo por una pequeña parte del aperitivo y de los postres ha pagado casi 27 euros. Le han dado para comprar aceitunas y algunos dulces típicos navideños como frutas de Aragón, guindas con licor, bombones, mazapán. Asegura que “en dos o tres años hemos doblado el precio de muchas cosas, hay muchísima diferencia”.
En esta situación, Marisol, que tiene una tienda de vinos producidos exclusivamente en Madrid, ha optado por no subir los precios “no lo hago porque incluso en Navidad perdería clientes”.
Aun así, los comerciantes ven con optimismo estas fechas en las que las ventas se disparan y en el que los consumidores están bastante más dispuestos a gastar que en otros momentos del año. Algunos bolsillos se lo pueden permitir todo el año, pero no todos.
“Notamos mucho cambio en el consumo de la primera quincena a la segunda. Somos un establecimiento que vende a precios económicos y aquí tenemos clientes que cargan cuando arranca el mes y pasadas 2 semanas ya no compran porque no llegan a fin de mes”, zanja José que vende carne y pollo en el mercado madrileño de Maravillas donde Pedro, que es frutero, constata un aumento de precios en el último año de entorno al 20 a 25 por ciento.
José Luis es pescadero en Sevilla y constata que la gente empieza a gastar a partir del Puente de la Inmaculada cuando reciben la paga extra y considera que los consumidores van ahora más al día que antes.
Y lo mismo explica Pedro que tiene su puesto en el mercado valenciano de la Ruzafa: “El 8 de diciembre marca el pistoletazo de salida y a partir de ahí es sálvese quien pueda, pero el que quiere calidad, quiere calidad y, es una vez al año también, porque en este país la Navidad es sagrada y, digamos lo que digamos, somos un país muy familiar en el que la gente se junta, la gente se reúne y no falta de nada, el que no puede comprar gambas de 100, pues se gasta 10, pero faltar no falta de nada”.