Una semana después de que se comenzara a aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, la actualidad está centrada en los tribunales y en una precampaña que ya se ha puesto en marcha. La fórmula de intervención de la Generalitat diseñada por el Gobierno, una intervención de mínimos, de momento está marcada por la normalidad administrativa.

En las próximas horas conoceremos la decisión de Bruselas sobre la euro-orden que pesa sobre el expresidente de la Generalitat y sus exconsejeros. Y en los próximos días, la decisión del Tribunal Supremo sobre los que eran miembros de la mesa del Parlament. Son decisiones que tendrán consecuencias en la pre-campaña porque el independentismo va a intentar utilizarlas a su favor.

Sabemos ya que no habrá lista única del secesionismo porque ERC parte como la gran favorita. En los últimos años el reparto de voto entre independentistas y constitucionalistas no ha variado sustancialmente. Algunas encuestas apuestan a que esta vez sí habrá variación a favor de los constitucionalistas. En estos días habrá que trabajar para aumentar esos apoyos, pero es probable que el resultado se parezca al de 2015. La novedad es que la coalición más a la izquierda, la de los Comunes y Podemos, está muy cerca de Esquerra. Por eso es conveniente que, visto el callejón sin salida al que llegado el independentismo, la parte más sensata reconsidere posiciones.