Durante siete largos años de guerra, Siria ha sido una de las “noticias estrella” en los medios de comunicación de todo el mundo. Pero una vez que ha sido derrotado el llamado Estado Islámico y ha remitido la crisis migratoria, no parece que preocupe ya la tragedia de ese país. En este Miércoles de Ceniza nos llega la voz del Nuncio apostólico en Damasco, cardenal Mario Zenari, que pide con acentos dramáticos que los medios no se olviden de Siria, donde algunas zonas están sujetas a un continuo “diluvio de fuego”, con sus secuelas de muerte, hambre, desnutrición y ruina. En declaraciones a L’Osservatore Romano, el cardenal afirma que gran parte de la población vive en condiciones extremas, que la ayuda humanitaria llega a cuentagotas y que buena parte del país está sumido en una emergencia sanitaria y alimenticia.

Al escenario bélico se une un clima de miedo y frustración porque no se vislumbra una solución al conflicto. Al contrario, se complica de día en día con la intervención militar turca e incluso israelí. Ninguno de los múltiples encuentros del régimen con los divididos grupos de oposición, apoyados por Estados Unidos y diversos países musulmanes, ha podido avanzar más allá de treguas humanitarias, que tampoco se respetan. Ante este panorama, el cardenal Zenari pide con angustia que la comunidad internacional no se olvide de la tragedia que vive Siria al comienzo de su octavo año de guerra, sin que se atisbe una mínima esperanza de paz.