La Policía Nacional detenía este lunes en Madrid a un hombre de 39 años, de nacionalidad venezolana por el secuestro de una niña de 13 años con la que meses antes había contactado por Internet y a la que mantuvo 24 horas retenida hasta que fue liberada por los agentes.

En 'Herrera en COPE', Maite, la madre de la pequeña ha explicado que el propio secuestrador fue este sábado a buscar a la niña a casa. “La llamó por la ventana, le dijo que saliera y los pasos que tenía que seguir antes de verse con él”. Una vez fuera, relata la madre “la introdujo en un coche, le puso el cinturón de seguridad, le tapó los ojos y bajó el parasol para que nadie la pudiera ver”.

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Una vez aparcado el coche “en un garaje privado”, el secuestrador le quitó el pañuelo de los ojos y le dijo que no tuviera miedo, que no le iba a hacer nada”. Después la llevó a una tienda a comprar "chucherías",  a una frutería, y subieron a un piso, donde la retuvo hasta el domingo, cuando con intención de huir la volvió a meter en el coche con las manos atadas y la amenazó con matarla a ella y a su familia si intentaba escapar o pedir ayuda.

La madre de la menor ha explicado que la niña había contactado hacía cinco meses con este hombre, que inicialmente dijo que tenía 17 años, luego 26, y finalmente su edad real, 39 años.

El mismo sábado saltaron todas las alarmas cuando la propia madre de la niña encontraba en la casa una nota de su hija "avisando de que se iba al cumpleaños de una amiga y que volvería sobre las 11 de la noche”.

Es entonces cuando se fue a una comisaría para denunciar la desaparición mientras el tío de la pequeña se quedaba en casa investigando en el ordenador las conversaciones que había mantenido. "Ahí entendimos lo que había sucedido, Localizamos al secuestrador través de las redes sociales, por los datos que había enviado a mi hija y que ella no había borrado, pese a la insistencia del secuestrador". 

La mujer reveló a los agentes su preocupación tras ver conversaciones y fotografías de contenido sexual en un chat desde una consola de videojuegos de su hija, por lo que la denuncia fue puesta de inmediato en conocimiento de los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM).

Ya el domingo, en torno a las tres de la tarde, el 091 recibió una llamada de otra mujer que alertaba de que no localizaba desde el día anterior a su pareja, un hombre de 39 años, nacionalizado español y de origen venezolano y que, tras conseguir contactar con él por teléfono, le había dicho que tenía "un problema gordo". 

Los agentes unieron ambos hechos y averiguaron que el hombre solía aparcar su coche en un garaje del distrito de Retiro. 

Finalmente, fue en este garaje donde se detuvo al hombre y se liberó a la niña. “Estaba tirada en la parte de atrás del coche. Cuando oyó a la policía pegó un brinco y salió”.

Según el relato de la madre la pequeña sufrió violencia física. “Cuando la encontraron estaba desorientada, con la mirada perdida porque la había tenido las 25 horas sin comer, solo con un cuarto de manzana y atada. Tenía unas pequeñas lesiones en la mano y había sido violada”, ha conseguido relatar la madre con mucha dificultad.

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“Espero que sirva a todos los padres para que tengan cuidado con las redes sociales de los niños", ha finalizado la madre.