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Mañana entra el otoño y hace un verano absoluto. Treinta y tantos grados en el interior, 28 en muchas costas y subiendo. 

Tan revuelto como el tiempo está el clima político. El último reducto del presidente para guarecerse de la acusaciones de plagio, el “y tú más”, ha caído. La Fiscalía ha allanado el camino para que el Supremo cierre la investigación del máster de Pablo Casado. El ministerio público no ve indicios para imputar al líder del PP y considera que la jueza que lo acusó se basaba dice literalmente “en una mera sospecha y conjetura”. Afirma que no existe ningún dato que avale trato de favor de la Universidad.

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Ahora Pedro Sánchez está solo frente al peligro y hoy es portada de ABC que plagió en su libro un mismo párrafo dos veces. Un texto literal y sin cita de una respuesta parlamentaria del Gobierno de Zapatero al PP en 2010. En la página 155, reproducida entera, aparece unas afirmaciones sobre el acuerdo de la Unión Europea con Mercosur donde el texto se repite íntegro dos veces, en la parte superior y otra vez al final de la página. El corta y pega fue tan zafio que se duplicó y esto ya es el hazmerreir de los memes, que reproducen por Internet chistes de niños diciendo que han estado en la guardería haciendo la tesis o libros de Dostoievski o de Galdós firmados por Pedro Sánchez. Al bochorno por la tesis corta pegada se suma ahora la del libro sobre la tesis, que parece que mejora el original.

Mientras el Gobierno busca crear nuevas noticias para tapar la vergüenza y el chau chau en las esquinas, los ministros han hecho su especialidad alarmar a la opinión. Se emprendió una campaña contra el diésel que zarandeó el mercado automovilístico, se atosigó a la enseñanza concertada, se amenazó con romper contratos ya firmados con Arabia Saudí y ahora se ha tocado la joya de la corona, los planes de pensiones.

Podemos siempre ha considerado que las jubilaciones privadas son de ricos

Entre 8 y 9 millones de personas pueden verse afectadas por la medida que ha insinuado la ministra de Hacienda María Jesús Montero, que considera quitar las deducciones fiscales para recaudar más impuestos.

La medida proviene de Podemos y proporcionaría 2000 millones más para gastar en la fiesta de fuegos artificiales con la que el Gobierno quiere comprase la voluntad de la gente de cara las elecciones del futuro. La medida formaría parte de un paquete de medidas para presionar el ahorro con impuestos, tanto los dividendos como las inversiones financieras o las ganancias patrimoniales.

La filosofía es la caza del rico, pero en un país donde la mayor parte del empleo viene generado por las Pymes es una teoría peligrosa. ¿Cómo pueden nueve millones de personas ser ricas en España? Ni que fuésemos los emiratos.

Podemos siempre ha considerado que las jubilaciones privadas son de ricos. Es una idea de cretinos porque precisamente los más adinerados no necesitan jubilación. Ya tienen fondos y bienes de sobra. Los seguros y los planes de pensiones son los blindajes de la clase media, después de una vida entera trabajando. Pero es esta concepción social la que le está comprando el Gobierno a Pablo Iglesias. Que todos tenemos que tener lo mismo, independientemente del esfuerzo. Que lo importante es depender en todo del Estado, y todos por igual, cuando hace mucho que el sistema público de pensiones hace agua.

Este país es para volverse loco. Primero nos ocultan los políticos que el sistema de pensiones no se sostiene a largo plazo. Después, cuando encajamos el susto y nos avenimos a hacer caso a los epígonos de Pepe Barea y ahorrar, nos amenazan con castigarnos.

En España hemos sido ligeros de gasto y reacios al ahorro. Al contrario que otros países, celebramos a lo grande cualquier mejora y tiramos la casa por la ventana cuando cobramos. Nos cuesta pensar a largo plazo, en plena juventud nos resulta difícil pensar en la vejez. Supone una extraordinaria ventaja social que una parte de la población haya incorporado la idea de colaborar con su jubilación suscribiendo un plan privado de pensiones. Es una absoluta irresponsabilidad desincentivar ahora este proceso, quitando las ventajas fiscales. Supone un paso atrás de décadas de explicaciones sobre la Seguridad Social.

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