Esta semana se ha celebrado Pleno extraordinario en Alpedrete en el que se ha vuelto a poner sobre la mesa el proceso de privatización del polideportivo municipal. Hay que recordar que la gestión se adjudicó el pasado mes de noviembre a la misma empresa que se encarga de la piscina cubierta, ADIP.   La externalización de esta instalación municipal viene motivada, dice la alcaldesa, Marisol Casado, no por un capricho del ejecutivo sino por un Real Decreto de diciembre de 2011 sobre las Contrataciones de las Administraciones Públicas, que impedían al Ayuntamiento convocar plazas o contratar nuevos monitores si se producía alguna baja voluntaria, por enfermedad, jubilación o cese de la actividad. “El equipo de gobierno prioriza las necesidades del vecino y la calidad de los servicios y la única forma de mantener esto es externalizando el servicio. Algo que sucede en el 99% de los polideportivos“   Como en este último Pleno se abordaron las modificaciones en la plantilla municipal provocadas por el proceso de privatización del polideportivo, Izquierda Unida aprovechó para poner de manifiesto el caos laboral reinante en el Personal del Ayuntamiento, con un número importante de empleados con contrato indefinido sobrevenido por la sucesión de contratos temporales pero sin tener la condición de fijos, problema que, dice, no ha solventado en casi diez años el equipo de gobierno.   Nada más lejos de la realidad, dice la alcaldesa, que recuerda que fue el PP quien regularizó los contratos y si no se ha podido solucionar totalmente la situación es por las múltiples denuncias de sindicatos y oposición al convenio colectivo, los procedimientos para convocar plazas o la valoración de puestos de trabajo. “Tenemos un porcentaje de puestos de trabajo que tienen su contrato, pero que no tienen su plaza en propiedad por las denuncias continuadas. Pero no hay ningún caos, todo está perfectamente regularizado”.   Casado también ha respondido a IU en sus críticas a la privatización del polideportivo por considerar que corren peligro tanto los trabajadores de la instalación como la calidad de los servicios que se ofrecen a los usuarios.   La regidora lo ha desmentido y cree que la externalización permitirá el mantenimiento y mejora de la instalación cuando el Ayuntamiento ya no dispone de herramientas para sustentarla.