El Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), con sede en Estrasburgo, ha emitido una sentencia por la que condena a España al no proteger a un vecino de València de los ruidos nocturnos de los locales de ocio de su entorno, en la plaza Xúquer de la ciudad de València, ya que afectaron a su vida privada y su salud.
Esta vez se trata de Miguel Cuenca Zarzoso, de 87 años, residente en el barrio de San José desde 1962, una zona con un "nivel acústico saturado", según el Ayuntamiento. Ahora recibirá una indemnización de la administración española de 7.000 euros en concepto de daños morales y materiales por las reformas que ha tenido que realizar en la vivienda, y de otros 6.600 euros por gastos y honorarios.
Un informe solicitado por el demandante situó el nivel de sonido en su habitación en torno a los 50 decibelios y, a veces, incluso a los 60. El máximo permitido por el ayuntamiento en horario nocturno era de 30 decibelios.
El demandante también aportó al proceso un informe médico que confirmaba la relación causa-efecto entre la contaminación acústica y la ansiedad que sufría.