La prohibición de aparcar en el carril bus por la noche en València, sigue siendo centro de críticas: los hosteleros la califican como una medida "totalitaria, unilateral, sin el consenso mínimo y sin alternativas" según los empresarios del sector, tendrá un "impacto negativo" en más de 750 locales de hostelería de la ciudad y supondrá la pérdida de unos 500 empleos. Aseguran que la medida contaba con la opinión contraria del 90 % de los miembros de la Mesa de Movilidad, y a pesar de ello, dicen, el Ayuntamiento "la anunció de un día para otro y sin dar una fecha para generar una discusión.

Sin embargo, el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, ha dicho que los hosteleros "no deben temer una reducción de sus ingresos" por la medida de prohibir aparcar en el carril bus, ya que en otros barrios no existe esa opción de aparcar y los negocios y la gentes que disfruta del ocio nocturno crecen. Por ejemplo, Ruzafa.

En este sentido, el concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valencia Narciso Estellés ha presentado una moción a la comisión de Movilidad en la que propone que cualquier decisión que se tome respecto al estacionamiento en el carril bus se fundamente en el máximo consenso. Dice Estellés que Grezzi ha anunciado medidas improvisadas y totalitarias en las formas, que no han validado ni los -suyos-. Sus medidas son extremas respecto a las plazas de aparcamiento a eliminar, carentes de la conciliación mínima, y absolutamente vacías de alternativas viables para las personas y colectivos afectados.