Este nuevo ofrecimiento recoge todas las reivindicaciones que venían reclamando los sindicatos, con excepción de la nueva ley de seguridad ferroviaria, que no gusta a los trabajadores de Ferrocarrils, pero en la que empresa no tiene capacidad de maniobra ya que está en fase de tramitación parlamentaria y escapa a las competencias de la empresa pública.
El director gerente de Ferrocarrils hace un llamamiento a la responsabilidad para que cesen unas protestas que nunca han estado justificadas pero menos a partir de ahora con este último ofrecimiento. Ahora son los propios sindicatos los que tienen la pelota sobre el tejado y van a decidir en asamblea si abandonan los paros o se mantienen en sus trece.