De hecho, según los máximos directivos de esta empresa pública, no sólo se convocan las protestas antes de la negociación, cuando lo normal es al revés, sino que incluso cuando se negocia se hace sobre temas genéricos a los que es muy difícil encontrar solución.

Así las cosas, con 5 huelgas distintas convocadas ya, más otras 4 planteadas sobre la mesa, los responsables del metro han decidido que ya no se negocia más hasta que se desconvoquen las protestas.

Desde la empresa se insiste en tender la mano a los sindicatos para alcanzar acuerdos pero es condición “sine qua non” negociar sin que la espada de damocles amenace a los usuarios, que son los que lo sufren sin tener nada que ver con los problemas internos de la empresa.