Datos que se sustentan en el empuje del consumo privado y la recuperación de las exportaciones.

Además, la previsión de que la economía valenciana se resienta de la incertidumbre de Cataluña, por aquello de que es nuestro principal socio comercial, parece disiparse porque los datos apuntan a que el impacto ha sido muy limitado.

Sin embargo, persisten algunas nubes o incertidumbres, que son poco probables pero que hay que contemplar. Son las derivadas de la citada incertidumbre catalana, que podría restar entre tres y cuatro décimas al PIB valenciano en 2018, por ser una de las comunidades más expuestas, la dificultad para continuar creciendo en turistas, porque ya estamos en niveles de récord, o los efectos del brexit, que de momento tampoco están siendo tan catastrofistas como pintaban.