La Fiesta de los toros también se juega parte de su futuro el próximo jueves 21-D. Ese día habrá elecciones autonómicas en Cataluña, aquella región sin toros desde 2012 cuando entró en vigor una ley que los prohibía y que años después, en 2016, revocó una sentencia del Tribunal Constitucional. Sin embargo, un año después de ese fallo, los festejos taurinos no han vuelto a Cataluña. La asfixiante actualidad política ha relegado a la nada cualquier tema o debate que no haya sido el llamado ‘procés’.

No obstante, la llama de la afición sigue viva gracias al trabajo de la Federación de Entidades Taurinas de Cataluña que preside Paco March.

Un Paco March que en el último El Albero de este 2017 quiso tener un recuerdo para su antecesor en la Federación, el recordado Luis María Gibert. “Estamos con esperanzas gracias a su esfuerzo, pese a que el sector fue muy renuente con él al principio. Ha pasado un año de la sentencia del Constitucional y seguimos con la lucha para que los toros vuelvan a nuestra tierra”.

Cataluña se encuentra ante una cita clave el próxima jueves aunque su vida cotidiana “es un continuo sobresalto”, explicaba March. “Todo parece indicar que puede cambiar la mayoría parlamentaria. Si todo va en la dirección que creemos, si hay una mayoría que no sea la que hemos padecido hasta ahora, se abriría un nuevo horizonte para la Fiesta de los toros. Pero también hay que contar con quien tiene la llave, que es Balañá, el propietario de la Monumental de Barcelona. Una cosa sería una mayoría política que no fuese en contra de la Fiesta y otra que Balañá piense que el momento que nos anunció, el que los toros vuelvan a la Monumental, todavía no ha llegado”.

El presidente de la FETC expresó que “mantenemos la esperanza. Y esa esperanza consiste en resistir y en el apoyo que nos prestáis desde los medios, desde la Fundación del Toro de Lidia… Ya que hemos llegado hasta aquí es fundamental no sentirnos solos. Balañá no habla pero sí escucha. Todo este apoyo y movilización, en algún momento, le puede hacer reaccionar y llevarle a perder el miedo”.

March reconoció en COPE que el ‘procés’ ha tapado cualquier vía de comunicación con los partidos políticos en los últimos meses. “Ni siquiera se ha intentado. En los últimos años hubo un acercamiento, pero el miedo de Balañá es el miedo de todas las fuerzas políticas para pronunciarse sobre la Fiesta. Ahora nadie te coge el teléfono”.

“Aquí no se exagera cuando se habla de adoctrinamiento. Y los toros fueron la probeta, el tubo de ensayo para lo que vino después”

Sobre los partidos políticos, March recordó que “de los ex consejeros del último gobierno autonómico, varios ya estaban en Convergencia el día que se votó la prohibición. Y sólo unos valientes contrarios a la prohibición mantuvieron su posición en contra de ella. Uno de ellos fue el ex consejero Santi Vila y otro Ramón Espadaler, que ahora va en la lista del PSC. Contamos con que Ciudadanos no irá en contra de los toros, contamos con el PP desde un posicionamiento contrario al del bloque nacionalista. Y del PSC se puede esperar o no se puede esperar…”

Sobre una posible organización de un festejo taurino en Barcelona en el futuro más cercano, Paco March afirmó que “hay otros resquicios legales, no es necesariamente la Monumental como marco, quizá una portátil. Pero no me quiero morir sin volver a ver toros en mi tierra. Ojalá fuese en la Monumental, pero si hay que volver a una portátil…”

Por último, March dejó un mensaje para el futuro. “Ojalá la esperanza vuelva y José Tomás esté, por ejemplo, más cerca de volver a la Monumental. Pero aquí nos descansamos. La Federación organizará su ciclo de conferencias en enero y contaremos con Victorino Martín entre los invitados. Después organizaremos viajes a las primeras ferias. Habrá desembarco de aficionados catalanes en Vistalegre”.

Ojalá otro día haya desembarco de aficionados del resto de España en Barcelona de nuevo para volver a ver toros en su Monumental. Y ojalá ese día no esté tan lejano. Queridos Reyes Magos…