Triunfo de Adame en novillada aguada

Luis David se despidió de novillero cortando tres orejas. Pablo Aguado dio una vuelta al ruedo de las que suman. Cadaval se fue de vacío.Recordarán aquello de echar agua al vino, ¿verdad? Pues eso sucedió en la plaza de toros de Albacete: una novillada que sirve para mejorar el bagaje estadístico de la Feria pero que no viene a elevar el listón de la seriedad ni logra que la Feria termine de romper. Y es que, salvo el buen concepto de Pablo Aguado y la estocada de Luis Adame en el quinto de la tarde, las tres orejas que cortó el de Aguascalientes son a todas luces excesivas, logradas por mor de la regalía presidencial. En el aspecto ganadero, la novillada no convenció, ni mucho menos. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos poco a poco.La tarde, desapacible en lo meteorológico, comenzó con Aguado yéndose a porta gayola aunque no pudo redondear su apuesta inicial. El novillo, que derribó al caballo en un derrote de genio, que no casta, se dolió en banderillas y ya se le adivinaba una suerte de descaste. Aguado mostró siempre con la muleta que busca colocarse y ponerse en la rectitud, en una suerte de ganar siempre un paso, cosa que es de agradecer. Mostró firmeza y pies asentados en el albero a pesar de que el novillo se coló hasta en tres ocasiones. Es cierto que hubo algún toque de muleta pero vinieron más por la vía de los arreones del novillo –salía con la cara alta al final de los muletazos- que de una falta de temple por parte del novillero. Mató de estocada muy trasera. Con el cuarto, un astado que ya resultó flojo de salida y entró al relance al caballo, se dejó pegar en el peto, sin nada que destacar en banderillas. Así, coincidiendo con la llegada de la lluvia, el novillo mostró su condición mansita aunque noble y embestidora en el tercio de muleta. Mucha disposición de Aguado nuevamente, destacando una serie con la diestra en un esforzado trasteo. Mató tras pinchazo y estocada, siendo desatendida la petición mayoritaria por parte del presidente Coy, y Aguado dio una vuelta al ruedo de las que suman. Habrá que seguir su evolución, por supuesto.Y es que, cosas de la vida, el que salió a hombros del coso de la calle Feria, y con tres orejas en su haber, fue el novillero de Aguascalientes Luis David Adame. En el segundo de la tarde realizó un recibo capotero atropellado sin resultado. El bicorne estuvo por debajo del listón del cumplimiento en la suerte de varas ya que empujó inicialmente y luego solo con un pitón, golpeando el estribo y saliendo suelto, doliéndose en banderillas, además. En el medio, un quite vistoso de Adame por alto rematado con una revolera. Inició la faena de pañosa en el centro del ruedo con la montera en los pies, sin enmendarse, alternando pases de frente y por la espalda, algunos muy ceñidos. Siguió con la zurda y no hubo nada destacable. Continuó con la diestra en una faena de cercanías donde el novillo, que no tenía clase ni casta, echaba la cara arriba y punteaba durante los pases. La faena fue una suerte de acumulación de derechazos sin nada que destacar. Mató de estocada caída con desarme y, tras petición minoritaria, se concedió una oreja inexplicable.Pero no terminó ahí la generosidad presidencial, ni mucho menos. Con el quinto de la tarde, que al fin y a los postre fue de lo más potable del encierro en el último tercio aunque pasó de puntillas en el peto y también se dolió en los palos. Así, Adame, que vocea a la hora de los cites, inició un trasteo al hilo y despegado, con el compás abierto, aprovechando el recorrido del novillo aunque terminó acortando las distancias con el utrero según transcurría la faena y, salvo algunos naturales sueltos, el resto no pasó de mediocre. La estocada recibiendo, eso sí, fue excelente y de rápido efecto. Se concedieron dos orejas y, repetimos, salvo el espadazo, fue un mar de vulgaridad. La seriedad de Albacete estaría en las carpas o paseando por el recinto ferial, o algo parecido.Y Alfonso Cadaval, que completaba el cartel, fue un convidado de piedra en la tarde. Era el menos placeado de la terna y eso se evidenció en algunas carencias, lógicas y entendibles, por otra parte. Sobre esto, sorteó un tercero que se lastimó la pata izquierda de salida y fue devuelto a corrales, saliendo un sobrero de la misma ganadería que debió seguir el mismo camino del titular ya que resultó flojo e inválido prácticamente desde que salió al albero albacetense. Hizo sinfonía del estribo en el peto y poco o nada en banderillas. Su inválida condición únicamente sirvió para que Alfonso anduviese por ahí, en una labor de poco lucimiento y sin demasiado ajuste, finalizando el episodio de invalidez para el olvido con estocada que termina escupiendo y un golpe de descabello. En el sexto, un novillo que únicamente tuvo el encuentro con el peto y un simulacro de puyazo, siendo las banderillas otro trámite, Cadaval anduvo al hilo entre un par de blandeos del cornúpeta venido a menos y ayuno de casta. Todo muy descafeinado, la verdad. No estuvo acertado con los aceros y se vio una estocada delantera con desarme incluido, tres intentos de descabello (saltando el acero al callejón, afortunadamente sin nada que lamentar), se echó el de Guadaira y lo finiquitó el puntillero.Lo dicho, nos quedamos con la buena imagen mostrada por Aguado y la estocada de Adame en el quinto. Lo demás, es agua de borrajas. Ahora, pregonar que la novillada fue un éxito se antoja un error ya que intentar elevar una Feria como la de Albacete de manera artificial, esto es, a base de reducir el listón de la exigencia y fomentar el triunfalismo es la vía fácil pero poco recomendable a medio plazo. Porque así, con las cámaras de televisión como testigos, a ver quién es el guapo que puede afirmar que Albacete es una plaza seria y rigurosa. Hoy, al menos, no podremos decirlo ni defenderlo. Y eso duele.FICHA DEL FESTEJO Albacete, martes 13 de septiembre de 2016. 6º de Feria. Menos de media entrada.Novillos de Guadaira (3º bis, de la ganadería titular, como sobrero). Correctos de presentación. Nobles, flojos, descastados, los más aprovechables fueron los lidiados en cuarto y quinto lugar. 1º, geniudo con arreones de maso; 2º, sin clase ni casta; 3º, devuelto por lastimarse de salida, 3º bis, inválido, manso y apagado. 4º, manso aunque embestidor. 5º, el más aprovechable en la muleta, con opciones. 6º, descastado y sin transmisión.Pablo Aguado, saludos y vueltaLuis David Adame, oreja y dos orejas.Alfonso Cadaval, silencio y silencio tras aviso.

COPE

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