Juan del Álamo inicia un año crucial en su carrera. Tras la ansiada salida a hombros en Las Ventas en el San Isidro 2017, ahora afronta el reto de ratificar lo conseguido y mantener el sitio y el estatus alcanzado.

El diestro salmantino pasó esta semana por El Albero, donde recordó que el 2017 será recordado por siempre como “el año en el que alcancé un sueño, un sueño tantas veces perseguido como fue la Puerta Grande de Las Ventas. Al llegar así me marcó tanto”.

Una temporada que a nivel personal “significó mucho porque me dio mucha moral, esa salida a hombros en Madrid fue un triunfo que llegó en un momento importante de mi carrera cuando tenía todo cuesta arriba. Pese a que fue en el final de San Isidro, me sirvió muchísimo porque me ayudó a entrar en las ferias donde pude estar anunciado de mitad de temporada en adelante”.

Sin embargo, el 2017 de Juan del Álamo tendrá un nombre, una fecha y una plaza grabada para siempre. La de la muerte de Iván Fandiño en Aire Sur L’Adour el 17 de junio. Una tarde en la que Juan del Álamo se vistió de luces y compartió paseíllo junto al diestro de Orduña. “Uno como torero no podré olvidarlo. Tragedias así desgraciadamente forman parte de la profesión”, rememoró Del Álamo en COPE.

A la madurez como persona, el torero salmantino busca acompañamiento con su madurez como torero. Juan afirmó en El Albero que “como torero estoy en un momento dulce de mi carrera, quizá el más maduro. En cada pase intento ralentizar el muletazo, buscar la hondura y tener un sello personal. Creo que poco a poco lo estoy logrando. Este año, con las corridas se va ir viendo un torero más definido”.

“El objetivo es Madrid, pero también con la ilusión de estar en las principales ferias para poder dar la dimensión que estoy consiguiendo”

Sin embargo, el diestro también reconoció que “con los triunfos también llega la exigencia. Tras Madrid es normal que se me mida de otra manera. Por eso es importante crecer como torero y ofrecer cosas nuevas al aficionado”.

Para esta temporada que está a punto de iniciarse, Juan del Álamo ha querido buscarle una nueva perspectiva al romper con Rui Bento Vasquez, su apoderado durante las últimas temporadas, para poner su carrera en manos de Mariano Jiménez y José Ignacio Ramos. “Rui Bento ha sido muy importante para mí, me ofreció cosas muy buenas y a partir de ahora estoy muy ilusionado con Mariano y José Ignacio por lo que me puedan aportar. Quiero un 2018 importante en el que ratifique los triunfos del año pasado”.

Y como guiño a su tierra, esta semana también hemos conocido que Juan del Álamo ha donado el traje de luces con el que conquistó la Puerta Grande de Las Ventas al Museo Taurino de Salamanca. “Durante toda mi carrera he tenido siempre presente a mi afición de Salamanca. Aquí he conseguido mis principales sueño y es donde vivo, por eso sentía la necesidad de que algo tan especial del día de mi salida a hombros esté en el Museo Taurino de Salamanca al alcance de cualquier aficionado que quiera verlo”.

Por último, Juan del Álamo contó que en estas navidades había pedidos a los Reyes Magos “que nos acompañe la suerte, que tengamos salud y el resto lo tendré que poner yo…”. Ahora le tocará ratificarlo en los ruedos.

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