Nos acordamos de Morante antes de que diesen las siete en el reloj de la plaza de Las Ventas. No porque hoy se vistiese de luces, no. Que el genio de La Puebla no vendrá a Madrid hasta dentro de un mes para la Corrida de la Cultura. Nos acordamos de él porque fue tremenda la tormenta que cayó a escasos diez minutos de que sonasen clarines y timbales. Sin cuesta, el ruedo venteño quedó encharcado. El drenaje ha quedado resentido digan lo que digan y pida lo que pida Morante.

Tarde de tonos grises en el cielo y en el ruedo con una corrida de La Quinta que no enlotó ningún ‘Pavito’, aquel novillo que se lidió en la segunda novillada de la temporada con la que bordó el toreo Ángel Sánchez. Corrida de izquierdas, con toros manejables por ese lado, pero a la que faltó raza y entrega. Y una nota negativa: el primer parte médico a la mala suerte de David Galván.

'Orejita' se llamó el toro que descorchó la isidrada. Trapío entipado en sus 517 kilos. Un toro que se dejó sin más en el peto y que tuvo un buen pitón izquierdo. Sin la chispa características de los 'santacolomas' pero embistiendo con buen son. Alberto Aguilar quiso administrar el toro y no terminó de apretarlo en las primeras tandas cuando vio cómo se desplazada el de La Quinta por ese pitón. Obligó más en una serie y el toro respondió tomando con bondad los vuelos de la muleta del madrileño. Después todo se amontonó y un desarme posterior confirmó el declive del trasteo. Una estocada desprendida y varios golpes de verduguillo acabaron por liquidar al toro.

El cuarto, aunque en menor medida, también tuvo sus posibilidades por el lado zurdo. Hubo una tanda por ese pitón en la que el toro siguió con celo y por abajo la muleta que le presentó Alberto. Después no hubo acoplamiento y todo se fue diluyendo.

El primero del lote de David Galván fue un 'pieza'. Orientado desde que salió por chiqueros, fue complicada su lidia. Muy suelto y sin fijeza, tampoco ayudó una lidia muy desordenada. Apretó el toro a los banderilleros siempre hacia los adentros y les complicó su labor. Cuando Galván cogió la muleta esa asperezas se amplificaron. Siempre metiéndose por dentro, pronto llegó el gran susto. El toro soltó la cara, prendió al torero por la pantorrilla provocando la caída sobre el cuello. Feo todo y KO el torero. Sin sentido fue conducido a la enfermería mientras liquidaba al de La Quinta Alberto Aguilar. Ahí acabó la tarde para el fino torero gaditano. Una pena.          

Por el percance de Galván, Javier Jiménez tuvo que hacerse cargo de tres toros. El tercero fue un toro de buenas hechuras. Sin exageraciones en kilos pero muy apretado de carnes. Muy firme Javier Jiménez, que vio pronto que el pitón bueno era el izquierdo. Tirando del toro, siempre en el sitio, supo conducir con mando la embestida del toro en dos primeras tandas de buen aire. Sin embargo, el animal fue muy cambiante en su comportamiento. Después se volvió más brusco, hubo algún desacople en temple y todo se recondujo en una postrera tanda de nuevo más asentada de Jiménez pero con el toro ya más frenado.   

El quinto fue un auténtico 'barrabas' en los primeros tercios. Buscó siempre a los de luces, de forma más descarada por el lado derecho, por donde no tuvo ni un pase. Jiménez no dudó en echarla la muleta a la zurda, por donde el toro rompió a bueno. Cuando metía la cara lo hacía humillado y embistiendo hasta el final. De nuevo muy asentado el de Espartinas, aprovechando la embestida del de La Quinta. Con la faena en su punto álgido, Javier quiso cambiar de pitón, por donde el toro ya había dicho que no iba a pasar. La faena entró en una fase de indecisiones y tampoco ayudó una estocada caída y atravesada. La petición de oreja no llegó a cuajar.

Muy ancho de sienes salió el sexto, un toro deslucido con el que tampoco se dio mucha coba Jiménez.

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FICHA DEL FESTEJO 

Madrid, jueves 11 de mayo de 2017. 1ª de Feria. Alrededor de media plaza con 12.482 espectadores.

Toros de La Quinta, bien presentados pero de desiguales volúmenes y cabezas. Bajos de raza en conjuntos y manejables a izquierdas la mayoría. Destacaron el manejable primero y el noble quinto.

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Alberto Aguilar, silencio y silencio tras aviso.

David Galván, silencio en el único que lidió.

Javier Jiménez, silencio tras aviso, saludos tras aviso y silencio tras aviso.

Parte médico de David Galván: “Puntazo corrido en tercio en tercio inferior, cara externa del muslo derecho; ligera conmoción cerebral y traumatismo en codo izquierdo con probable fractura, pendiente de estudio radiológico. Pronóstico reservado".