David de Miranda abandonó a primera hora de la tarde de este jueves el Hospital de Traumatología, Ortopedia y Rehabilitacion de Asepeyo en Coslada (Madrid), donde ha estado ingresado desde el 8 de enero, y ya viaja a su Trigueros (Huelva) natal, donde proseguirá la rehabilitación, con la mente puesta en reaparecer en la feria de Colombinas de Huelva capital, del próximo mes de agosto.

El joven onubense, de 24 años, ha querido también agradecer "la profesionalidad, dedicación y trato" recibido por toros los profesionales médicos que le han tratado a lo largo de estos siete meses, y ha hecho extensivo el agradecimiento a los compañeros y aficionados "por tanto cariño, afecto y respeto" demostrado durante esta etapa "tan difícil" que le ha tocado vivir.

David de Miranda resultó volteado de forma espeluznante por un toro de la ganadería de Sánchez Urbina durante la corrida celebrada el pasado 27 de agosto en la localidad zamorana de Toro, con motivo de su festividad de San Agustín.

La lesión sobrevino en la caída, sobre el cuello; el torero quedó inerte sobre la arena y a toda prisa fue conducido, primero a la enfermería de la plaza, y después al hospital de la Virgen de la Vega de Salamanca, donde fue intervenido varios días después de la fractura de odontoides (el conjunto de la C1 y C2), y de las dorsales D6 y D7.

Desde aquel momento, De Miranda ha pasado un auténtico calvario, desde pérdida de sensibilidad y movilidad en las extremidades, con numerosas visitas al neurocirujano, a fuertes dolores que le han obligado a pasar por un largo y costoso proceso de rehabilitación que, siete meses después, parece que empieza a dar sus frutos.

El objetivo marcado por el diestro, que en ningún momento se planteó tirar la toalla, es poder reaparecer en la feria de Colombinas de Huelva, el próximo mes de agosto, aunque aún deberá seguir trabajando en su recuperación para que su vuelta a los ruedos pueda producirse con las máximas garantías.