Los presupuestos generales del Estado para 2018, que prevén 6.366 millones para la I+D+i, presentan "por primera vez, desde que acabó la crisis", un "cambio de tendencia", según la representante de CCOO en el consejo rector de la Agencia Estatal de Investigación, Alicia Durán.

La representante sindical ha destacado que los capítulos de gasto del presupuesto para la ciencia crecerán cerca del 8%, por encima del Producto Interior Bruto (PIB).

Sin embargo, tras presentar un informe sobre la precariedad del empleo en el Consejo Superior de Administraciones Científicas (CSIC), Durán ha lamentado que "una vez, y no entendemos por qué", los presupuestos vuelvan a incluir un aumento de los créditos, que suponen el 60% del presupuesto para la ciencia y que es una partida de la que solo se ejecuta cerca de la mitad.

Por programas, Durán ha dicho que es "especialmente preocupante" que los fondos de investigación militar crezcan cerca del 47% porque "se destinan a pagar construcción de armamento, algo que no tienen nada que ver con la I+D+i, y que es un escándalo".

En cuanto a los organismos públicos de investigación (OPI), para los que se han presupuestado 1.756 millones de euros, Durán ha dicho que siguen igual, salvo el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), cuya asignación crece un 37% porque se ha integrado a otro organismo de Defensa.

"El resto, todos los demás, seguiremos hibernando y viviendo de nuestros propios proyectos, de los que ganan los investigadores en convocatorias nacionales o internacionales, porque el dinero asignado por los presupuestos no se puede gastar", ha denunciado.

Y es que, según Durán, la intervención previa del Estado a la que están sometidos los organismos autónomos como los OPI se ha endurecido mucho desde 2014.

Esta situación es la que ha llevado a la "práctica paralización" de centros clave de investigación españoles como la Plataforma Solar de Almería (del CIEMAT), o el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y el Centro Nacional de Investigaciones Cardivasculares (CNIC), que tienen constantes y públicos problemas de contratación.