La Tuna, esa hermandad que comienza en la Universidad  y que se convierte con el paso de los años en una familia. Así lo ha demostrado la Tuna de Medicina de la Universidad de Navarra. Cinco de sus integrantes viajaron hasta Corea del Sur para mostrar al país asiático esta gran tradición española. Se enfundaron el traje, cargaron con las guitarras y tiraron hacia delante. Fueron al país surcoreano con la intención de tocar en diferentes bares, restaurantes y puntos claves del país. Durante el viaje les surgió una propuesta irrechazable. La televisión surcoreana les invitó a salir en pantalla en uno de los programas, y no pudieron rechazar la invitación. En el programa mostraron orgullosos el pañuelo de San Fermín, una fiesta conocida en el mundo entero.

 "Cuando les hablamos de los San Fermines se sorprenden un montón, les encanta, se ríen mucho. Se creen que todo el mundo en España corre detrás del toro". 

En 'La Tarde' hemos tenido la oportunidad de hablar con dos de sus integrantes, Eduardo Olavarría y Pablo Rivera, para que nos cuenten su experiencia en tierras asiáticas: "Teníamos la idea de hacer un viaje y cogimos la bola del mundo y encontramos una persona que conocíamos que estaba en la Universidad de Biología y que le gustaba mucho España y por eso decidimos ir a Coreal del Sur". El viaje ha sido todo un éxito, esperaban estar una semana y al final se quedaron tres. Los surcoreanos estaban encantados: "Cuando les hablamos de los San Fermines se sorprenden un montón, les encanta, se ríen mucho. Se creen que todo el mundo en España corre detrás del toro". 

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Eduardo y Pablo en 'La Tarde' 

Una Tuna formada por 8 personas en el día a día, porque luego hay tunos que ya no estudian en la Universidad: "En 2º decidí meterme en la Tuna y fue la mejor decisión de mi vida. Al principio entras siendo un pardillo y luego acabas aprendiendo un montón" comenta Eduardo. Lo que no va a cambiar son las habituales costumbres: "Se sigue tocando debajo de las ventanas de las chicas, nos avisan, apraecemos y empezamos a cantar al balcón. Si les gusta la música nos dejan subir". Una estilo de vida que se condensa en los años universitarios, pero que nunca dejas de formar parte de la hermandad. Un orgullo que transmiten siempre allá por donde van.