Francisco tiene un niño de cuatro años al que no puede llevar a un colegio público porque en ningún colegio de Ibiza, donde residen, se habla castellano antes de los seis años. Esto le ha obligado a denunciar a la Consejería de Educación, denuncia que ha llegado al Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

"Mi hijo no puede ir a un colegio público porque no hay ni un solo colegio donde den castellano. Me dirigí a la Consejería para que me dieran algún centro y no existe, no hay ningún centro público en el que se de castellano", señala Francisco.

El niño no puede ir a ningún colegio público porque sería aceptar el modelo educativo del Gobierno balear, "en el momento que el niño pise el colegio o el padre firme la instancia estás aceptando las normas del Gobierno balear, muchos padres quieren denunciar, pero al estar ya en el colegio según llega al juzgado la denuncia sale", lamenta Francisco.

Francisco piensa llegar hasta el final del proceso que comenzó en abril y que ahora ha aceptado el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares pese a que el "Gobierno balear asegura que ellos son los que tienen la potestad de decidir cuál es la lengua vehicular y que yo no tengo ningún derecho a poder decidir la lengua".

El hijo de Francisco solo puede acudir a un colegio, el único centro privado en el que se puede estudiar en castellano e ingles en Ibiza, "un centro que está desbordado por las peticiones y hay una lista de espera de 70 niños, yo le inscribí a mi hijo antes de nacer y he tenido suerte y entró", pero si no lo hubiera conseguido, Francisco se había planteado mudarse a otra parte de España.

No es la única acusación de adoctrinamiento en las islas, Ciudadanos ha realizado un informe en el que se recogen más de una decena de casos de adoctrinamiento en las aulas de Baleares y que va a entregar al Defensor del Pueblo el próximo viernes.