Uno de los testigos directos del atentado fue Helena Cuesta, guía turística que estaba a punto de comenzar un tour por el barrio gótico de la Ciudad Condal,cuando el trágico atropello cambió sus planes.

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“Hoy he salido a dar una vuelta por Las Ramblas y me he llevado una sorpresa al ver tantos turistas, la gente no dejara de venir por lo que ha pasado”, afirma. Además, Helena cree “que la gente más sensible se pensará si venir a Barcelona próximamente”.

Uno nunca está seguro en ningún sitio, pero no podemos vivir con miedo

“Cunado tu vas de viaje a un país quieres sentirte seguro, pero esperemos que la vida transcurra con normalidad y la gente siga visitando Barcelona”, señala la guía turística, en 'La Tarde'.

Minutos después del terrible atentado, Las Ramblas quedaban vacías a la espera de la llegada de miembros de los Mossos y servicios sanitarios. “El silencio que había en Las Ramblas fue lo que más me impactó, sólo se escuchaban las sirenas de ambulancias y gritos de los Mossos”, describe Helena

Otro de los testigos de lo ocurrido ayer en Barcelona fue Pol, encargado de comercio en plena Rambla.

“Cuando pasó todo, entre al bar, cerramos todo y empezamos a atender a la gente que estaba muy asustada”, asegura Pol.

Los comercios abrían sus puertas según transcurría el día en una fecha muy triste para la ciudad. “Esperemos que nos dejen abrir y volver a funcionar con normalidad”, dice Pol.