Raúl empezó a salir con sus amigos a los 15 años. Quedaban para pasar las horas en un banco, y los fines de semana iban a una discoteca. En ese momento el alcohol se cruzó en su camino. Pasaban los años, y la situación iba a más. Estaba alcoholizado. Ahora tiene 31 años y hace 4 meses su familia y él se plantaron. Le dieron un ultimátum. O se ponía en manos de un profesional o tiraban la toalla. Ahora está en tratamiento y lleva cuatro meses sin probar una gota de alcohol. 

"Llevo cuatro meses, y estoy muy contento de poder haberme dado cuenta de la enfermedad"

En 'La Tarde' hemos tenido la oportunidad de hablar con él, para que nos cuente cómo va su proceso de recuperación: "Llevo cuatro meses, y estoy muy contento de poder haberme dado cuenta de la enfermedad. El proceso es un esfuerzo diario, lo más difícil cuando uno tiene una adicción es no darse cuenta de que estás enfermo. Sin mi familia hubiera sido imposible haberme dado cuenta". 

Pero esta enfermedad no solo la padecen los jóvenes, sino también los mayores. A todos estos se atreve a darles un consejo: "Les diría que si usan el alcohol para inhibirse, que luego piensen por qué lo hacen y para qué. ¿Por qué sin esa sustancia no podían haber hecho lo mismo? Les diría también a todo el mundo, que lo piensen mucho cuando lo hacen solo, cuando ya dejas de hacerlo como algo esporádico y pasa a ser habitual". 

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En España, en el año 2016 fueron atendidos 6000 menores por comas etílicos, y cada fin de semana se detectan más de 460.000 borracheras. Los partidos políticos llevan trabajando en un plan que frene estos datos. Hoy, la comisión mixta del Congreso ha aprobado el informe que sentará las bases de la futura ley. Carmen Quintanilla es la presidenta de la comisión, y ha pasado por los micrófonos de 'La Tarde': "Ahora una vez aprobada, lo que haremos será elevar ese informe al Congreso, y posteriormente el Gobierno trabajará en base al informe de la ponencia en ese futuro proyecto de Ley del alcohol. Hay una gran demanda. Los padres necesitan herramientas".