Stanley Payne es catedrático emérito de Historia de la Universidad de Wisconsin-Madison. Ha publicado una veintena de libros sobre la historia de España y la Europa contemporánea. Y podemos decir con seguridad que aunque no sea español, es una de las personas que mejor conocen nuestra historia. La historia de verdad y no la que una pequeña parte de la sociedad trata de distorsionar. Una historia que a la mayoría nos llena de orgullo y satisfacción. Pero, ¿queda algún capítulo sobre nuestra historia que contar? 

El profesor nos ha respondido a esto y a mucho más en 'La Tarde': "Siempre se descubren fuentes nuevas, otra cosa son los cambios de perspectiva, y entonces se puede utilizar la historia para tratar de entender otros aspectos de la vida". Lo cierto es que la historia nunca se detiene como algunos presagiaban: "Había una tendencia de que hacia el fin del siglo XX la historia se había acabado, que ya no existían los mismos problemas de antes, pero la historia nunca se para. Encontramos que el siglo XXI es otra cosa". 

"En España hay intentos políticos de distorsionar la historia que vienen de la izquierda y parte de los nacionalismos."

La Constitución de 1978 es un ejemplo de lo poco que se valora nuestra historia ya que fue un modelo para toda Europa: "Se hizo casi sin haber derramado sangre por parte de las instituciones principales. Fue un logro cívico. No ha habido algo igual en Europa". Finalmente fue lo que abrió y formó la primera parte de la tercera ola de democracia y nación de la Historia Contemporánea de Europa y otras partes del mundo. El principal protagonista y artífice fue el rey Juan Carlos I: "Fue el primero en tomar la decisión de abrir un proceso democrático y Adolfo Suárez fue el instrumento, la voluntad y el poder del rey".

ESCUCHA LA ENTREVISTA COMPLETA | Stanley Payne en 'La Tarde' 

"Es un proceso que es un suicidio"

En nuestro país la historia se pone en duda día sí día también: "En España hay intentos políticos de distorsionar la historia que vienen de la izquierda y parte de los nacionalismos. Hay un problema con la historia nacional". El caso del nacionalismo catalán y la independencia es el más cercano: "La idea de los catalanistas es que en el momento de recostrucción económica, en el que las fronteras no tienen ningún sentido, y que se puede constituir cualquier estado nuevo. Pero la verdad es que este no es el concepto que tiene la Unión Europea". 

El caso de España, con la falta de orgullo y autoestima es único en el mundo: "Hasta cierto punto ocurre en otros países de Europa, conscuencia del siglo XXI, de la nueva cultura política que rechaza el pasado". Pero realmente es algo inigualable, que se rechace su propia identidad e historia: "Es un proceso que es un suicidio".