Eran los años 80. José Litarte acudía cada tarde con sus amigos a los salones recreativos de la zona para jugar a los marcianitos, a Pac-Man o a Space Invaders. Unos salones en los que el humo de los cigarros nublaba la visión. Un lugar de fantasía lleno de pósters de Rocky o Conan. Un lugar en el que perderse con los amigos e imaginarse derrotando a alienígenas invasores o dragones. 

Tres décadas después, José sigue añorando esos días. Por eso, se ha propuesto recrear esa época. Recuperar el sueño de ese niño: vivir rodeado de máquinas recreativas. En total, más de 80, que ha reunido en el salón de juegos recreativos que ha creado en su localidad, Petrel, en Alicante. Un auténtico palacio de la nostalgia de los años 80. Con humor, José asegura que se considera un 'arcadeólogo'. Para Jon Uriarte,  "el héroe de toda una generación".

"La nostalgia juega mucho a favor, pero también vienen muchos niños y jóvenes y se sorprenden de todos los juegos que tenemos y les gusta"

En 'La Tarde' hemos tenido la oportunidad de hablar con él acerca de aquellos maravillosos años: "A mí me tocó la época buena de los 80 y de los 90, la mejor época de juegos recreativos". En su local se mezclan diferentes generaciones: "La nostalgia juega mucho a favor, pero también vienen muchos niños y jóvenes y se sorprenden de todos los juegos que tenemos y les gusta". Unos juegos que nada tienen que ver con los actuales éxitos: "El juego de arcade era muy intuitivo, era muy fácil. Realmente enseguida lo cogías y era pura acción". 

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La Asociación Arcade Vintage reúne a todo el que quiera vivir esta experiencia: "De momento somos 30 socios, de toda España, con una cuota de 20 euros mensuales. La gente viene con sus amigos, familiares e incluso hijos". La asociación intenta recuperar la esencia perdida. Los míticos cara a cara con tus rivales o el hecho de ganar a la máquina era todo un reto en aquella época.