José Ángel Hevia fue por primera vez a la República Dominicana en 1987. Le gustó tanto el país que siguió yendo en sucesivas ocasiones hasta que en una de esas vueltas se casa con una dominicana. Concretamente hace 3 años cuando se traslada definitivamente al país caribeño. Ahora regresa a España para presentarnos su nuevo trabajo "Al son del indianu".

"La gaita americana es algo que yo quería revivir y por eso me fui a América"

Un título con clara presencia asturiana: "Indianu en Asturias es aquella persona que se fue a hacer las américas y un día volvió, con cierta fortuna". Un viaje que ha hecho acompañado de su inseparable instrumento: "La gaita tiene ciertos problemas de cambio de clima por ser de madera, son muy sensibles". Cuando llegó a Dominicana se encontró un país con mucha cultura gaitera: "En la emigración es una delicia seguir el rastro de la gaita, en zonas en las que años atrás estaba muy presente. El sonido de la gaita les comunicaba con una tierra muy lejana". 

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El disco fusiona diferentes ritmos, algo que no ha sido un problema a la hora de componer las canciones: "Ha sido difícil aprender el ritmo del caribe, pero al final tampoco soy el inventor. En los años 20 ya tocaban tangos con gaita". Unos ritmos que le llevaron a cruzar el charco: "La gaita americana es algo que yo quería revivir y por eso me fui a América". Donde comenzó una nueva vida: "Digamos que allí trabajo en la grabación y composición del disco. Luego toco todos los días que puedo". Pero también trabaja mucho en Europa, y en ocasiones en lugares muy especiales: "Vengo mucho a Italia, y en diciembre tuvimos la oportunidad de visitar el Vaticano para tocar en el concierto de Navidad, tocando un tango para el Papa".