El PSOE llevará al pleno del Congreso de la próxima semana una iniciativa para que el Gobierno lidere un cambio "con urgencia" de las políticas migratorias en la Unión Europea tras el caso del buque Aquarius, que será recibido por España tras la negativa de Italia y Malta a hacerlo.

Los socialistas han registrado una proposición no de ley para emplazar al Ejecutivo a que emprenda iniciativas a nivel comunitario encaminadas a sustituir las actuales políticas que "no han generado la resolución del problema de fondo" por otras "de choque" que permitan una mejor gestión de la crisis humanitaria del Mediterráneo.

Sin que ello suponga, sin embargo, "la externalización a terceros países de la mayor carga del problema", que "afecta y seguirá afectando a miles de personas que no pueden ser acogidos con garantías", reza el texto, especialmente crítico con los acuerdos de cooperación entre la UE y las autoridades libias.

Y es que el PSOE está convencido de que la UE debe dar una respuesta "adecuada, duradera, firme y eficaz" a la tragedia de las muertes en el Mediterráneo central, que une Libia con Italia, la más mortífera de todas: solo el año pasado, 119.310 inmigrantes llegaron a las costas italianas, pero 2.832 perdieron la vida en el intento.

Ante la falta de rutas legales y seguras, cree que la UE debe reforzar sus capacidades de búsqueda y salvamento y las de sus Estados miembro cerca de las costas libias.

El PSOE censura que se presente "como un éxito" la reducción del número de salidas desde Libia hacia Europa como consecuencia de la externalización de fronteras cuando lo cierto es que se obvian "el aumento de ahogamientos", las muertes, "extorsiones, violaciones, torturas y esclavitud" que padecen miles de personas en aquel país.

Las técnicas de los guardacostas libios no cumplen las normas básicas de seguridad, lo que hace que muchas barcazas zozobren y que "su presencia siembre el pánico en las embarcaciones", hasta el punto de que "muchas de las personas rescatadas se tiran al agua, aun sin saber nadar, cuando son intervenidos" por ellos.

Por ello, cree esencial que se establezcan garantías y controles "del respeto a los derechos humanos y al derecho internacional de asilo y refugio en todos los acuerdos ya firmados y que se firmen" con Libia en materia de seguridad y control de fronteras y que su cumplimiento sea la condición para su mantenimiento.

También quiere que se reconozca la labor de las ONG, que deben contar con las suficientes garantías de seguridad y con las autorizaciones precisas para poder "desembarcar a los rescatados en un puerto seguro, de acuerdo con las normas humanitarias, de derecho marítimo y estatuto de refugiado".

Porque, en su opinión, es injustificable que se les acuse de producir un efecto llamada, fomentar la inmigración ilegal o estar en connivencia con las redes de tráfico de personas.