El fundador y director de Proactiva Open Arms, Oscar Camps, ha celebrado la liberación del barco de la ONG, inmovilizado en el puerto siciliano de Pozzallo (Italia) desde el 17 de marzo, pero ha pedido "prudencia" y ha recordado que la investigación judicial "sigue en marcha".

En declaraciones a Efe, Camps se ha mostrado satisfecho por la decisión judicial, aunque ha afirmado que la inmovilización del barco les pareció "excesiva desde el inicio", porque se trataba de una medida cautelar.

Camps ha denunciado que, pese a la decisión judicial, "Proactiva continúa en el foco", porque el fiscal de Catania sigue investigando a la ONG badalonesa por "grupo criminal" y el fiscal de Ragusa prosigue la causa por "facilitación de la inmigración ilegal", por lo que "todo sigue en marcha".

"Pedimos prudencia porque la persecución de la ayuda humanitaria sigue adelante", ha afirmado Camps.

El director de la ONG catalana ha revelado que prevén mover el barco, inmovilizado en el puerto de Pozzallo, en Sicilia (Italia), el próximo jueves, tras recuperar la documentación retenida por la guardia costera italiana y enviar la tripulación mínima necesaria para navegar.

Según ha explicado Camps, el barco se trasladará de Pozzallo a Malta, donde la ONG tiene su base, y luego volverá a España para pasar las inspecciones técnicas necesarias, ya que tenía una prevista para el pasado 9 de abril, a la que no pudo acudir.

Camps ha manifestado que el barco "estará unas semanas en reparación y mantenimiento", tras lo cual ya podrá volver al mar y proseguir con las misiones de salvamento.

El director de la ONG ha negado en rotundo que la actuación de la entidad vaya a cambiar tras lo sucedido, porque no han cometido "ninguna irregularidad ni delito" y, según Camps, "todo se aclarará", por lo que continuarán haciendo "lo mismo", como siempre "coordinados por la guardia costera italiana".

Hoy ha zarpado desde Badalona otro barco de la ONG, el Astral, con rumbo a Malta.

El barco liberado hoy fue inmovilizado de manera cautelar el pasado 17 de marzo tras atracar en el puerto de Pozzallo para desembarcar a 216 inmigrantes y se abrió una investigación a la jefa de misión, Anabel Montes; el capitán, Mark Reig, y a un responsable de la organización.

Posteriormente, el juez instructor de Catania confirmó la incautación del barco, tras lo cual el caso pasó al Tribunal de Ragusa, provincia a la que pertenece Pozzallo, que fue el que hoy ordenó la liberación.