Fue uno de los titulares más impactantes e inquietantes del año pasado: 'Roban un camión con1.800 bombonas de butano en Villaverde (Madrid)'. La noticia despertó todas las alarmas en un primer momento después de que aparecieran en agosto unas 200 bombonas en el domicilio de los terroristas de Las Ramblas en Alcanar y de que otros islamistas emplearan este tipo de artilugios para atentar. 

Hoy sabemos que ese robo nunca existió al tiempo que la Policía, que siemrpe tuvo claro que no todo obedecía a un simple móvil económico, ha resuelto el caso. Hay dos detenidos, un ciudadano uruguallo, de 44 años, y su complice, de 43 años, de nacionalidad española. El primero era encargado del almacen que, según él mismo había denunciado en pleno puente de la Constitucion, el viernes 8 de diciembre de 2017, sufrió el robo. Alguién se habría apoderado de 1.843 bombonas (1.193 de butano y 650 de propano) aprovechando un camion de la propia empresa. Falso, según fuentes de la investigacion consultadas por COPE.

Este individuo habría ido “distrayendo” de manera paulatina y dilatada en el tiempo el material. Bombona a bombana fue sacándolas del control de la empresa y vendiéndolas directamente a clientes. A unos 17 euros la pieza. El problema, según creen los investigadores, se le podría planetar de cara a finales de año con el cierre de balances y la presentancion de cuentas. Ideó la perfecta coartada para encubrir el hurto que habria venido realizando presuntamente de manera reiterada: él mismo, con la ayuda del ciudadano español, robaron un camión del almacén y denunciaron un supuesto robo del camion y de las bombonas.

El vehículo no ha aparecido por ahora, pero sí el bloque del motor en una nave de Mejorada del Campo (Madrid). A los detenidos se les acusa de un delito contra el patrimonio y otro de simulacion de delito (el falso robo del 8 de diciembre). 

El encargado, que había enviudado, mantenía ultimamente, según los investigadores, una actividad ociosa especialmente exigente en lo económico. Las ganancias de las bombonas, dicen nuestras fuentes, podrían ir destinadas a cubrir parte de esas exigencias.