Diez ONG y medio centenar de artistas gráficos han reclamado hoy con viñetas que las personas refugiadas "no caigan en el olvido" y han pedido al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez que se comprometa a dar un cambio de rumbo en las políticas de refugio y migración.

Lo han reclamado organizaciones que trabajan en el ámbito de refugio y la cooperación internacional, cuando falta menos de una semana para el Día Mundial de las Personas Refugiadas, que se celebra el 20 de junio.

Para ello han puesto en marcha, con la colaboración de cerca de 50 viñetistas, una acción que recupera el #NoTeOlvides, que hizo el humorista gráfico Antonio Fraguas, Forges, para visibilizar a las personas refugiadas y reclamar que las autoridades no se olviden de los compromisos vigentes de protección y acogida a quienes huyen de la guerra, la violencia y la persecución.

En la campaña han colaborado viñetistas e ilustradoras como Eneko, Laura Pacheco, Pedripol, Malagón, Monstruo Espaguetti, J.R. Mora, Mauro Entrialgo, Adene, El Lápiz Loco, Iñaki y Frenchy, María Gil, Antonio "Lumpen", Elkoko Parrilla o Pepe Medina, que han contribuido con una ilustración que están compartiendo hoy en sus redes sociales.

Las mismas ONG que han puesto en marcha la campaña elaboraron hace un año un documento conjunto con cinco ejes para que el Gobierno español "cumpliera con sus compromisos".

Sin embargo, según las ONG, un año después de la propuesta, y dos años y medio después de los acuerdos sobre reubicación y reasentamiento adoptados por el Gobierno español y el resto de los Estados de la UE, "la situación no ha mejorado, sino que en algunos aspectos se ha visto agravada, cuando las personas refugiadas ya no acaparan la misma atención, ni política, ni mediática, ni social".

De hecho, según las organizaciones, los países europeos solo han cumplido el 33 % de sus compromisos de mínimos (16 % en el caso español).

Y mientras, millones de personas están atrapadas en condiciones infrahumanas en países como Turquía, Líbano, Irán, Uganda, Jordania (principales países de acogida en el mundo), o Grecia e Italia (principales países de llegada en la UE), donde no se les garantiza una adecuada protección de sus derechos.