Sucedió hace unos días en La Línea de Concepción, Cádiz. La Policía detiene a un narcotraficante tras una persecución en el barrio de El Zabal. Iba en una moto con su pareja, los agentes le dieron el alto y el narco cayó al suelo. 

El accidente le provocó heridas en las piernas y en lacara. Lo detuvieron y, al darse cuenta de que necesitaba curas, lo llevaron al hospital de la localidad. 

Una vez allí, esposado y vigilado de cerca por dos agentes de la policía en la sala de curas, un grupo de veinte encapuchados entró en el hospital. 

Los asaltantes iban armados con palos y navajas, agredieron a los agentes y lograron llevarse al narco por la fuerza. 

Una de las celadoras del centro hospitalario contaba en 'Herrera en COPE' que "de momento se lió una, cogieron a alguien y se lo llevaron. Lo montaron en una moto a unos 200 metros". 

Junto a esa moto, los asaltantes huyeron en varias furgonetas y todoterrenos y la policía solo pudo detener a uno de ellos. Del narco, ni rastro. 

Conocido como 'Samuelito', es uno de los nombres propios del tráfico de hachís en el Campo de Gibraltar. En concreto, es el jefe de uno grupo de veinte personas que se encargan de desembarcar el 'oro negro' procedente de África. 

Por encima de 'Samuelito' solo están los hermanos Tejón, 'Los Castañitas', los narcos más poderosos del sur de España. Ahora los tres están en busca y captura.

Nadie había vuelto a saber nada de Samuelito, hasta este miércoles. Como revela el diario 'El Mundo', después de ser rescatado del hospital, 'Samuelito' fue llevado malherido a la playa de la Atunara y lo montaron en una moto de agua para llevarlo a Marruecos. Solo tuvieron que seguir la ruta por la que introducen el hachís en España pero en el sentido contrario.

Según este periódico, 'Samuelito' ingresó en una clínica privada de la ciudada de Tetuán para curarse  de sus heridas. A sólo 23 de kilómetros de donde le dejó la moto de agua. En una de las heridas de la pierna se le veía hasta el fémur. 

En Tetuán hay cuatro clínicas privadas, pero en todas han negado haber atendido a ningún joven español. "Si lo hubiesen hecho tampoco lo dirían", cuenta un taxista a El Mundo.

No es el primer narco perseguido por la Policía española que encuentra su escondite en Marruecos. Los que conocen la zona afirman que los narcotraficantes tienen allí todo organizado y controlan muchos barrios con el dinero de la droga.