Holly Butcher era una joven australiana de 27 años que murió el pasado jueves víctima del sarcoma de Erwing, un cáncer de huesos poco común. Antes de morir, dejó en su perfil de Facebook un mensaje que, a día de hoy tiene más de 138.000 "me gusta" y se ha compartido más de 101.000 veces.

"Un pequeño consejo de vida", titulaba Holly este mensaje. "Es extraño aceptar que te mueres a los 26 años. Siempre me imaginé envejeciendo, arrugada y gris, probablemente por la hermosa familia (con muchos niños) que planée construir con el amor de mi vida. Lo deseo tanto que me duele. Ahora tengo 27. No quiero irme. Amo mi vida. Estoy feliz gracias a mis seres queridos. Pero está fuera de mi control", asumía la joven.

A continuación, la australiana escribía lo siguiente: "Es posible que hoy te hayas quedado atrapado en un atasco, que hayas dormido mal porque tus hermosos bebés te mantuvieron despierto, que tu peluquero te haya cortado el cabello demasiado corto (...). Te juro que no pensarás en esas cosas cuando llegue tu hora... todo es tan insignificante cuando miras tu vida como un todo", advertía.

"Trabaja duro para encontrar tu felicidad mental, emocional y espiritual. De esta forma es posible que te des cuenta de lo insignificante e irrelevante que es tener ese estúpido y perfecto cuerpo para las redes sociales (...). Intenta simplemente disfrutar, vivir los momentos en lugar de capturarlos con tu móvil. Recuerda que si algo te hace sentir mal, tienes el poder de cambiarlo: en el trabajo, en el amor o donde sea. Ten agallas para cambiar. No sabes cuánto tiempo te queda, no lo desperdicies siendo infeliz"