En estos tiempos de amor rápido, de amor de colonia que dura lo que un bombón o una flor, mantener ese amor es todo un logro en el que hay que mirarse.  Y nos miramos en María y José, y no, no nos ponemos trascendentes que se llaman así: José García y María Matilde. Son de Murcia, y llevan casados 54 años, más cinco de novios y han tenido nueve hijos. Le hemos pedido la receta para  conseguir que el amor sea para siempre.

José dice que no existe ninguna fórmula, para mantener la pareja hay que trabajar por ello: “Hay que pelear por ello, no hay fórmula, hay que pensar cada día que uno es inseguro y que si se mete la pata hay que sacarla, aunque haya que pedir ayuda”. María, que tiene el bacalo en remojo para el plato de este miércoles de ceniza, lo tiene claro “Estamos muy tontos, no se trata de sentimiento, hay que ponerle cabeza. A mi cuando me dicen que como puedo aguantar a mi marido, me enfado porque no le aguanto le quiero”.

Los hijos, la vida que va poniendo dificultades o pruebas de amor no se ha portado mal con ellos “la verdad es que no hemos tenido gracias a Dios muchos problemas, como otras parejas”, dice José. Para María la clave está en estar unidos en el fin aunque la manera de abordarlo sea diferente”. María asegura “pero si yo soy normal, no tengo nada de excepcional, he criado a mis hijos, tengo la suerte de tener a Dios en el centro de mi vida”. “Lo que pasa es que las aprejas ahora se creen que siempre van a tener treinta o cuarenta años, y no, el amor es otra cosa y con el tiempo se vuelve mejor, se posa”.

Respeto, entrega, perdón son algunas de las palabras que surgen de esta entrevista pero una de las ideas que se queda por encima de todo es cuando María asegura que la clave está en “querer quererse”.