El general de división Alfredo Sanz y Calabria, galardonado hoy en Segovia con el Premio Daoíz, ha asegurado que la "gran asignatura pendiente" en el Ejército es la formación de los cuadros de mando en alta dirección estratégica.

Así lo ha manifestado el exdirector de la Academia de Artillería y actual subdirector de Recursos Humanos del Cuartel Supremo de la OTAN en Europa tras recibir el sable reglamentario modelo 1862, un galardón militar que se entrega cada cinco años.

Sanz y Calabria ha insistido en que la formación en dirección estratégica cuenta con "grandes carencias", aunque se ha mostrado confiado en que los nuevos planes de estudios permitan a los jóvenes acceder a una formación que, a su juicio, es "cada día más necesaria".

Asimismo, ha abogado por una interacción "más abierta" entre los mundos civil y militar, incluyendo el político, y ha mencionado como una posible mejora la incorporación al programa de estudios de un máster en Dirección de Empresas, que no sea exclusivamente militar.

Las Fuerzas Armadas, el Ejército de Tierra y la Academia de Artillería, en concreto, tienen "mucho por hacer" para adaptarse a la realidad y tienen que hacerlo, según ha explicado, siguiendo unos principios de lealtad, rigor intelectual, trabajo en equipo e innovación, pero desde el respeto a la tradición.

En la misma línea, ha indicado que el ciberespacio y la redes de comunicación social son "el nuevo campo de batalla", por lo que la artillería tiene que plantearse su futuro y adaptarse a los nuevos retos, ha advertido.

Eso sí, el cambio tiene que producirse en equilibrio ya que, ha admitido, "en ocasiones la prisa, los intereses creados o las presiones hacen que no se escuche a todas las partes implicadas".

Tras la entrega de este galardón, que se concede a oficiales generales y oficiales del Arma de Artillería que hayan destacado por sus relevantes servicios a España, el capitán José Manuel Martín Arenal, ha pronunciado la lección del 2 de mayo, un acto con el que unidades del Arma rinden homenaje cada año a los artilleros Pedro Velarde y Luis Daoíz.