Dormir menos de siete horas conlleva peligros asociados para las personas mayores, como un mayor riesgo de caídas, deterioro cognitivo y dificultades en el control de la medicación, según la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Con motivo del Día Mundial del Sueño, la SEGG ha subrayado que el insomnio está relacionado con mayores mortalidad y morbilidad en los más mayores.
Para lograr mayor calidad de sueño, la sociedad recomienda a los ancianos que limiten la ingesta de líquidos por la tarde, que se expongan a luz solar y paseen por la mañana y no hagan ejercicio ni beban alcohol o fumen poco antes de acostarse.
Asimismo, aconsejan a los mayores que sigan una rutina horaria fija para acostarse y despertarse, que eviten dormir una siesta de más de 30 minutos y que controlen las condiciones de temperatura, luz y ruido de la habitación en la que descansan.
La SEGG recuerda que el sueño permite la recuperación funcional y energética del organismo, ayuda a consolidar la memoria y colabora en el almacenamiento de los neurotransmisores.