Ignacio Robles, el bombero de Bilbao que se negó a trabajar en el puerto en un servicio especial para un transporte de armas a Arabia Saudí, será finalmente solo sanciado con una falta leve y un apercibimiento.

Ignacio, en conversaciones con COPE, ha asegurado que todavía no ha recibido la notificación oficial que sí ha conocido a través de los sindicatos. Según esa notificación su caso se resuelve como una falta leve con apercibimiento. “He sido el último en enterarme”, asegura. Nada que ver con los entre tres y seis años de supresión de empleo y sueldo al que se enfrentaba desde un principio.

Ignacio asegura que no puede decir que está contento, “porque en realidad no tenía que haber sido nada, pero bueno por lo menos puedo decir que estoy aliviado. Que se quedara en nada era muy difícil porque una vez que abres un expediente cerrarlo en falso es muy difícil sin más, Lo que sí veía es que la acusación inicial no tenía sentido por no hacer tus funciones era un sinsentido”.

En principio no cree que la amplificación mediática de su caso tenga nada que ver con esta resolución al revés: “Lo que querían era una sanción ejemplar, por el buen trabajo de los abogados y porque el expediente se ha tramitado muy bien, ha sido una instrucción rigurosa y hemos podido demostrar que no había lugar a ninguna sanción. Los abogados han hecho un buen trabajo.”

Ignacio que no ha dejado en todo este año de trabajar ha confirmado a COPE que no va a recurrir: “Ha sido muy duro, y ahora me tengo que dedicar a otras cosas”. Se puede dar el caso que sea de nuevo requerido para un nuevo servicio en el puerto de Bilbao que interfiera en su objeción de conciencia: “Ya me ha pasado, me han vuelto a llamar para hacer lo mismo y al final la única manera de resolverlo es intentar arreglarlo con mis compañeros en plan chapucero y perjudicándoles a ellos, lo que hacemos es cambiar los días.” Ignacio asegura que desgraciadamente cientos de toneladas de armas se siguen mandando desde el Puerto de Bilbao.