Estas siete mujeres ,de diferentes nacionalidades, eran presuntamente explotadas sexualmente en un chalet situado entre Dos Hermanas y Alcalá de Guadaira.

Estas siete mujeres habían sido captadas con la promesa de un trabajo bien remunerado pero la realidad resultó ser bien diferente. Según la policía, vivían vigiladas, amenazadas para estar disponibles para los clientes las 24 horas del día y en unas pésimas condiciones. Para dormir tenían incluso que compartir el colchón de las mismas habitaciones donde mantenían los contactos con los clientes.

En la operación ha sido detenida la mujer propietaria del negocio y dos hombres que se dedicaban a la vigilancia. Se les imputan delitos de coacción para la prostitución y contra la salud pública.