3.10 de la madrugada del sábado. Hace horas que Lipasam redobla esfuerzos para recoger las más de 7.500 toneradas de basuras acumuladas en las calles tras once dias de huelga y algunos de sus trabajadores se lo toman con calma, con mucha calma. Cuatro camiones aparecen estacionados, aunque con sus motores en marcha, frente al Parlamento de Andalucia. Entre Resolana y Don Fadrique, las dotaciones de los cuatro camiones de Lipasam desayunan en uno de los puestos de churros de la zona. Han quedado para desayunar, aunque no sean horas, han abandonado la necesaria recogida de las basuras para tomar un tentempié y lo hacen en grupo y dan rienda suelta a la alegria. Las carcajadas se escuchan a centenares de metros a la redonda. Mientras, un grupo de ciudadanos, indignados, llaman la atención de los trabajadores de Lipasam que siguen tomándoselo con tranquilidad y no atienden los requerimiento de los ciudadanos que, irritados, les afean la conducta. Hoy conoceremos si estos trabajadores que quedan en grupo para desayunar a las tres de la madrugada estraban cobrando horas extraordinarias.