SANTORAL DEL DOMINGO, 29 DE OCTUBRE DE 2017

San Narciso

Hoy, Domingo XXX del Tiempo Ordinario, hacemos memoria de San Narciso, obispo de Jerusalén. Su vida se desarrolla en el siglo I en un ambiente imbuido de la Fe, por lo que desde el primer momento vive del amor en Cristo Jesús en una educación integral. Como complemento a esa educación son los Apóstoles quienes completan su profundización en el Evangelio.

Redacción Religión

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Dios se fija en él para que sea sacerdote y no defrauda en esa llamada a la vocación sacerdotal ya que vive su minsiterio con mucho fervor y entrega hacia los demás dando ejemplo de austeridad y pobreza siguiendo el consejo del Señoir cuando dice en las Sagradas Escrituras "no llevéis talegas, ni alforjas, ni sandalias, ni tan siquiera una túnica de repuesto". Tal es su amor a Dios y a los demás que la Providencia se sirve de su humildad para nombrarle Obispo de la propia Sede de Jerusalén. Cuentan que el Señor le concedió el don de hacer milagros como relata Eusebio de Cesarea en alusión a que una vez los diáconos carecían de aceite para sus alcuzas y él convirtió el agua en aceite para las lámparas.  Si por algo se caracterizó, en su condición personal, fue por su alegría y sentido dle humor. Aun así no faltaron problemas por culpa de la envidia de muchas personas que dieron con Narciso en el destierro. Retorna durante el mandato del Emperador Gordiano, pero al verse de edad avanzada e incapaz de servir plenamente por sus limitaciones renuncia en favor de su coadjutor, San Alejandro. Muere cuando contaba 116 años.

Iconografía: Se le representa con el Báculo y la Mitra, signo de su dignidad episcopal.

Otros Santos: Eusebia, Eulalio y Jacinto.

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