Inevitable hacer memoria sobre los últimos accidentes relacionados con pirotecnicas en nuestra comarca.

Todos tenemos más o menos en el recuerdo lo ocurrido en 2003 en Brión, un accidente se cobraba la vida de un joven.

La instalación, en Os Ánxeles, abandonó el lugar en el que estaba, cerca de la gasolinera y de viviendas, para irse a un monte de la localidad. Hay gente que todavía piensa que esas casetas operan como almacén, pero no queda ya nada. Nos lo explicaba el alcalde, José Luis García.

También en la memoria, la explosión en Calo, en 2006. El concello de Teo y también los vecinos están muy pendientes de qué ocurre con esta instalación, porque, decía el regidor, Rafa Sisto, que no la dan por totalmente clausurada, toda vez que el propietario está inhabilitado hasta octubre de este año y parece querer retomar esa actividad. Están vigilantes porque el dueño de aquella empresa pirotécnica, que ya había sido condenado, fue interceptado en 2016 transportando mercancía ilegal.

El ayuntamiento teense también pelea por un cambio en la lei do solo, para impedir que en suelo rústico se puedan implantar este tipo de empresas.